Traducido del sitio Catholic 365:
Decimos el "Ave María" sin siquiera dar tiempo a que las palabras se hundan en nuestras mentes y corazones. Cuando decimos "Dios te salve, María", en realidad nos estamos haciendo querer por Ella y por su Divino Hijo Jesús. También estamos reconociendo las palabras del ángel Gabriel. Básicamente estamos rezando parte del Evangelio de Lucas. Las siguientes palabras "Llena eres de Gracia" reconocen al Padre y al Espíritu Santo. También decimos "Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús". Estas palabras refuerzan el papel de la mujer en nuestro mundo. Ese papel consiste en alimentar la semilla que Dios planta. También nos damos cuenta de que María siempre señala a Jesús. Lo ha hecho durante toda su vida terrena. Lo vemos en su nacimiento, en su Presentación en el Templo, en su encuentro con Él en el Templo y en las Bodas de Caná. En esas bodas leemos sus últimas palabras, recogidas en el Testamento cristiano. Son: "Haced lo que Él os diga". Deberíamos seguir ese consejo todos los días de nuestra vida.
Estuvo con Jesús en el Calvario, de pie bajo la cruz, mirándole. Estuvo con Él en su muerte y sepultura. Aunque la Biblia no lo dice, estoy seguro de que Jesús se le apareció después de su resurrección, antes de ir a reunir a sus discípulos.
A continuación, rezamos "Santa María, Madre de Dios". Reconocemos que María cumplió la gracia de la salvación que comenzó con Abraham, sirviendo a su Hijo mientras se daba cuenta de que Él era también su Maestro. Luego le pedimos que ruegue por nosotros, pecadores, ahora y en nuestra muerte. He oído decir a muchos sacerdotes que, aunque Jesús dio las llaves del reino a Pedro, mandó hacer un duplicado de las llaves para María. ¿No es de extrañar que el Ave María forme parte integrante del Rosario?
Hay un himno que se llama "El milagro del Rosario". La letra refleja que María intercede por nosotros ante su Divino Hijo. Parte de la letra que se dirige a María es: "Sólo Tú puedes retener la mano de Tu Hijo Único el tiempo suficiente para que el mundo lo entienda". El cantante se llama Elvis Presley. El himno se grabó para el álbum de RCA Victor titulado "He Walks Beside Me". Así que cuando reces el "Ave María", por favor, date cuenta de que estás alabando a la Divinidad Trinidad a través de María. En un plano más terrenal, ¿a quién acudimos cuando necesitamos ayuda? A nuestra madre. Así que sería natural acudir a María, nuestra Madre Celestial. El Padre Pío escribió una vez: "Que la Madre de Jesús y Madre nuestra os sonría siempre y os obtenga de Su Santísimo Hijo toda Bendición Celestial". Como dice la letra del himno mencionado: "Gracias una vez más por el Milagro de tu Rosario".
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