jueves, 31 de octubre de 2024

Las 20 promesas a quienes lleven el Rosario

Del sitio Proyecto Emaús:

Estas serían las 20 promesas de la Santísima Virgen María a quienes lleven consigo el Santo Rosario, y sostengo "serían" pues no he logrado encontrar en algún sitio serio, referencias a estas promesas: como y cuando tuvieron lugar ni a quien. Se las publica teniendo comprendido que antaño, la Santa Iglesia otorgaba concesiones especiales a quienes lo llevasen colgado del cuello o en sus bolsas.

No solo la Santísima Virgen promete gracias a quien rece el Santo Rosario, sino también a quien lo lleve permanentemente consigo:

  1. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, los llevaré hasta Mi Hijo. 

  2. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, los ayudaré en sus empresas.

  3. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, aprenderán a amar la Palabra y la Palabra los hará libres.Ya no serán esclavos.

  4. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, amarán a Mi Hijo más y más.

  5. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán un conocimiento más profundo de Mi Hijo en sus vidas diarias.

  6. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán un deseo profundo de vestir con decencia para no perder la Virtud de la modestia.

  7. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, crecerán en la virtud de la castidad.

  8. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán una conciencia más profunda de sus pecados. Y tratarán sinceramente de enmendar sus vidas.

  9. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán un profundo deseo de difundir el mensaje de Fátima.

  10. Sobre todos que lleven piadosamente el Rosario, derramaré las gracias de las que soy medianera.

  11. Todos que lleven piadosamente el Rosario, serán llenados de un profundo deseo de rezarlo y meditar sobre los misterios.

  12. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán paz en sus vidas diarias.

  13. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, serán reconfortados en momentos de tristeza.

  14. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, se les concederá el poder de tomar decisiones sabias a través del Espíritu Santo.

  15. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, los llenaré de un profundo deseo de llevar el Escapulario café del Monte Carmelo.

  16. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, venerarán Mi Inmaculado Corazón y el sagrado Corazón de Mi Hijo Jesús.

  17. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, no tomarán el nombre de Dios en vano.

  18. Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán una profunda compasión por Cristo crucificado y crecerán en su amor por El.

  19. Muchos de los que lleven piadosamente el Rosario, serán sanados de enfermedades físicas, mentales y emocionales. Así que llevadlo a los enfermos y moribundos.

  20. Las familias que lleven piadosamente el Rosario, tendrán paz en sus hogares.

    Si todos los cristianos supieran el extraordinario poder de que es capaz el Santo Rosario, nunca más se separarían de él.

miércoles, 30 de octubre de 2024

Ella hace todo por mí

Del sitio Jesuitas

Emmanuel Falque es el filósofo y teólogo de quien algunos dicen que es la mente teológica más afín al Papa Francisco. Falque, profesor de filosofía en la Universidad Católica de París, cree en la labor crucial de conectar con los no creyentes, o "los nones", como se les ha llamado. Encontramos la solidaridad, argumenta, haciendo hincapié en nuestra situación corporal y poniendo lo que él llama nuestra finitud en el centro de nuestra conciencia. Vivimos en una época en la que algunos multimillonarios creen que pronto podrán "cargarse" en ordenadores y vivir indefinidamente. En algunos círculos, los humanos son vistos como planos para robots. Y ya se han congelado criogénicamente miles de cadáveres, almacenando sus cuerpos con la esperanza de que las nuevas tecnologías puedan devolverlos a la vida.

¿Quién quiere pensar en su finitud, en nuestro estado último de criatura finita, limitada y acotada? Incluso quienes creen en la importancia de meditar sobre la mortalidad no suelen acercarse a la realidad. La fe no nos libera de la angustia, como tampoco liberó a Jesús en el huerto de Getsemaní.

Mi madre murió durante el COVID. Vivió sus últimos días en Sunrise, una residencia asistida que ojalá hubiera sabido apreciar mejor que entonces. Pero me sentí amenazada por las flagrantes ilustraciones de finitud. El lugar era "bonito": normalmente limpio, con paredes adornadas con fotos de la naturaleza, empleados en su mayoría abnegados y amables y merecedores de una paga y un reconocimiento mucho mayores de los que jamás recibirían. Y el olor a orina no era tan abrumador como en otros lugares que he visitado. Aun así, los residentes parecían a menudo tan abandonados que era difícil no sentir angustia.

Pero era un lugar estupendo para recordarnos adónde nos dirigíamos en última instancia, aunque nos tocara la lotería, viviéramos para jugar al pickleball hasta los 90 años y muriéramos en casa. Era la finitud escrita en grande.

Me armé de valor para resistirme a esta nueva versión de mi madre, que había cambiado radicalmente con el diagnóstico de demencia. Me atormentaba el recuerdo de lo que había sido durante la mayor parte de su vida: una persona dueña de sí misma a la que le gustaba mantener su dignidad. Una hermosa profesora, bibliotecaria, cuentacuentos y cantante, cuyas muchas amistades se remontaban a la escuela primaria. Mi madre se habría horrorizado al ver la nueva persona en la que se había convertido, incluso siendo muy popular en Sunrise. Seguía teniendo buen humor y a menudo se la podía encontrar cantando una serenata, con un rosario al cuello y otro en la mano.

Me dijo que le encantaba rezar todo el día: "Es para lo único que sirvo ahora". Le encantaban especialmente las peticiones de oración, y todos acabamos creyendo que sus oraciones eran poderosas. ¿Por qué no iban a serlo? Ahora tenía una inocencia que sólo se puede ver en los verdaderamente impotentes. Se había convertido en un canal; junto con las dolencias físicas y la pérdida de memoria, se había vaciado lo suficiente como para que el Espíritu Santo brillara como nunca antes.

Aun así, tenía que respirar hondo cada mes antes de entrar en el lugar, después de conducir de Pittsburgh a Filadelfia, siempre acompañada de mi marido, que amaba a mi madre. Es la única persona que he conocido a la que le gustara el ambiente de Sunrise. Me ayudó enormemente, más de lo que puedo decir, entrando en el lugar con un amor desprovisto de temor. Cuando le pregunté por qué parecía gustarle estar allí, me dijo: "Todo el mundo ha dejado de esforzarse, de competir, de juzgar. Simplemente están aquí, y no hay artificios en el lugar". No es que no reconociera también la tristeza de todo ello. Nadie elegiría acabar aquí, viejo y lejos de sus seres queridos. Pero, a pesar de todo, parecía empaparse de la belleza que veía.

A veces, bajo su influencia, mis temores desaparecían. Era cierto que cada interacción que manteníamos con mi madre y los demás residentes tenía una especie de pureza. Nadie competía por ser impresionante, por ser más listo que el siguiente. Estabas fuera de juego, libre de comprometerte sin preocuparte de cómo te veían, de cómo estabas dando la talla. Podía entenderlo como un respiro, una invitación a simplemente estar presente.

Pienso en mi madre sentada a la mesa donde comía con el mismo pequeño grupo de personas. Tenía las piernas llenas de cáncer de piel, cuyo tratamiento diario era insoportable. Le dolía la espalda y estaba magullada por una mala caída. Pero, a pesar de sus problemas físicos, emanaba un gran espíritu de aceptación absoluta. Quizá por eso su presencia era magnética. Por eso muchos de los residentes tenían una presencia tan extrañamente cautivadora.

La noción de pecado de Emmanuel Falque se basa en la negativa a aceptar la condición de nuestra finitud y los límites que nos impone. Si no abrazamos nuestro cuerpo mortal, que es lo que más íntimamente nos une a todos los seres vivos, es fácil que nos volvamos arrogantes. Sin ni siquiera saberlo, empezamos a imaginar que podríamos, con suficientes privilegios, escapar a la inevitable trayectoria humana.

Los años que mi marido pasó en monasterios sin duda influyeron en su forma de ver Amanecer, pero seguía asombrado de cómo se las arreglaba mi madre. "¿Cómo te mantienes feliz?", le preguntó un día antes de irnos. "La Virgen María lo hace todo por mí", respondió ella sin vacilar. Tanto él como yo nos quedamos sorprendidos y conmovidos por la fluidez e inmediatez con que había respondido a la pregunta.

La citamos a menudo, aunque yo no tenga la misma profundidad de su fe, ni su abrazo a lo que es. Pero me parecía justo que alguien que lleva mucho tiempo dedicado a María estuviera acompañado por ella al final de su vida. Una María que con demasiada frecuencia olvidamos que fue un cuerpo en la tierra, con todas sus humildes traiciones y vulnerabilidades, una mujer que conoció íntimamente no sólo la finitud de sí misma, sino también la de un hijo amado que colgaba de una cruz.

Novelista
 Escribe ficción, ensayos y poemas

martes, 29 de octubre de 2024

Mensajes de la Virgen que se repiten en todo momento

Del sitio Aleteia:

El amor y la pedagogía maternal de la Virgen siempre están presentes en sus manifestaciones a sus hijos en Guadalupe, Fátima, Medjugorje, Lourdes

En las palabras que los videntes ponen en labios de la Virgen María en sus apariciones (en distintos lugares y momentos de la historia) algunos mensajes se repiten. Hablan de amor, de libertad, también de purificación, de confianza, de paz y felicidad. Aquí algunos de ellos:

Eres amado/a:"Queridos hijos, estoy con vosotros para deciros que os amo". (Mensaje de la Virgen de Medjugorje del 25 de abril de 2024).

Reza: “Oren, oren mucho, y hagan sacrificios por los pecadores porque muchas almas van al
infierno porque no hay nadie que se pueda sacrificar y orar por ellas
” (Mensaje de la Virgen de Fátima del 19 de agosto de 1917).

Cambia:“Penitencia, penitencia, penitencia” (Mensaje de la Virgen de Lourdes del 24 de febrero de 1858).

Obedece: “Ve donde el Señor Obispo y manifiéstale que deseo un templo en este llano. Anda y
pon en ello todo tu esfuerzo
” (Mensaje de Nuestra Señora de Guadalupe el 9 de diciembre de 1531).

Habrá sufrimiento…:“Ya no tendrás los sufrimientos de los viernes, pero tendrás muchos otros” (Mensaje de Nuestra Señora de Laus, el año 1679).

… y un final feliz: “Quienes depositen su confianza en mí serán salvados” (Mensaje de Nuestra Señora de Akita del 13 de octubre de 1973).

Dios los escuchará muy pronto, Jesús, mi hijo amado se deja conmover, está abierto a sus plegarias….” (Mensaje de la de la Virgen de Pontmain -Nuestra Señora de la Esperanza- del 15 de enero de 1871).

"Permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre  portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio" (Mensaje de la Virgen al Apóstol Santiago el Mayor en Cesaraugusta el 2 de enero del año 40).

Estos mensajes que los videntes dicen recibir de la Virgen María no son dogmas de fe, cada persona es libre de creerlos o no.

La Iglesia católica los considera “revelaciones privadas”, distintas a la Revelación contenida en la Biblia e interpretada por el Magisterio.

Con prudencia, también reconoce algunas apariciones como creíbles y ofrece orientaciones para que ayuden a avivar la fe y la esperanza.

Desde el año 2023, existe un observatorio de la Academia Pontificia Mariana Internacional que analiza e interpreta las apariciones y demás fenómenos místicos vinculados a la Virgen.

Trabaja para ayudar a formar un conocimiento crítico que aleje las falsas creencias y los engaños. Además, busca crear una base de datos mundial de apariciones marianas y establecer observatorios a nivel nacional, de manera complementaria a las diócesis.

lunes, 28 de octubre de 2024

Rebeca rezaba embelesada mirando a la Virgen

Del sitio Fundación Cari Filii:

Laura Rocamora, hermana y primera biógrafa de la Sierva de Dios Rebeca Rocamora Nadal (1975-1996), habló con CariFilii acerca de la relación de su hermana y de su familia con la Virgen María, y más en concreto con el santuario de Lourdes. Lo hizo desde los cines de La Vaguada en Madrid, donde asistió al preestreno de la película Un ángel llamado Rebeca, que cuenta la estela que la joven Rebeca dejó, primero en su pueblo, Granja de Rocamora, y su comarca, y luego en cada vez más personas. La diócesis de Orihuela-Alicante promueve su causa de canonización, y ya todo el material está en Roma, atravesando la llamada "fase romana" del proceso.

Rebeca murió con 20 años. Dejaba a sus padres, y a tres hermanas, que en ese momento tenían 22, 18 y 16 años. Laura era la hermana de 18 años.

"Mi madre siempre fue muy devota de la Virgen de Lourdes, y de hecho una de mis hermanas se llama Lourdes", explica Laura a CariFilii.

"Mi hermana Rebeca, de siempre, tuvo amor a la Virgen. Rebeca y mi madre fueron a Lourdes al menos dos veces, la segunda a dar gracias por la curación de su primera enfermedad", detalla.

El tercer viaje a Lourdes ya fue toda la familia, Laura incluida, que lo recuerda bien. Fue el 26 de marzo de 1996: Rebeca moriría exactamente dos meses después, el 26 de mayo.

"Rebeca ya iba en silla de ruedas. Teníamos un Nissan Serena, un monovolumen grande, parecido a una furgoneta y así ella podía ir acostada. Fue ella quien insistió en que había que ir a Lourdes. Ella casi nunca pedía nada, y si pedía algo, es que debía ser importante, así que hicimos lo que pedía. Condujimos de un tirón de Alicante a Lourdes, con las paradas mínimas. Era cansado, pero era ella la que nos daba ánimos a nosotros, los sanos", recuerda Laura.

"Cuando llegamos a Lourdes, diluviaba. No habían abierto las piscinas. Le compramos un chubasquero a Rebeca. Ella dijo: ‘Mamá, vamos a la gruta a rezar el Rosario’. Y allí rezamos con mucha tranquilidad y paz».

Fue un momento muy especial en el lugar donde la Virgen María se había aparecido a Santa Bernadette con 14 años.

"Rebeca rezaba embelesada, mirando la imagen de la Virgen. Había allí un señor con cámara, filmando. Debió ver algo en Rebeca porque la filmó en oración. Luego, ella dijo: ‘ya nos podemos ir a casa’. Recogimos agua de Lourdes e hicimos el viaje de un tirón de vuelta».

Laura sospecha que Rebeca había oído a su madre decir que le hacía ilusión poder ir todos juntos, en familia, a Lourdes. "Quizá Rebeca quiso hacer ese viaje como un detalle para llevar a la familia, además de rezarle a la Virgen", piensa Laura.

En los cines españoles se estrena estos días la película Un ángel llamado Rebeca, que da detalles sobre la curación posiblemente milagrosa que se ha presentado en Roma (habla la mujer milagrada con detalle), el impacto que la joven causó en los que la rodeaban, su don especial para acompañar y consolar con su sonrisa… Pero no recoge este detalle que Laura Rocamora ha querido compartir con los lectores de CariFilii.

domingo, 27 de octubre de 2024

San Luis Grignon de Montfort: El Rosario es el arma mas poderosa de la misión

Del sitio Enciclopedia Mariana:

San Luis María Grignion de Montfort dedicó un libro entero al Rosario, que no se publicó sino hasta 1911 (¡dos siglos después de su muerte!). Lo llamó “El admirable secreto del santísimo Rosario” (SAR, por sus siglas en francés), con el subtítulo “convertirse y salvarse”. El Rosario es para Montfort el instrumento más poderoso de la misión. En su libro comenta cada oración del Rosario de la siguiente manera:

"El Credo o Credo de los Apóstoles que se recita en la cruz del rosario, siendo un atajo sagrado y compendio de las verdades cristianas, es oración de gran mérito, porque la fe es fundamento y principio de todas las virtudes eternas y de todas las oraciones que agradan a Dios» (SAR 34). "Como la fe es la única llave que nos permite entrar en todos los misterios de Jesús y María contenidos en el santo Rosario, debemos comenzar recitando el Credo con mucha atención y devoción, y cuanto más nuestra fe sea viva y fuerte, tanto más meritorio será el Rosario» (SAR 35).

"La oración del padrenuestro es grande porque nos la enseñó Jesús nuestro Señor: su autor “no es un hombre ni un ángel, sino el Rey de los ángeles y de los hombres, Jesucristo". (SAR 36). “Supera”, dice Tomás de Kempis, “todos los deseos de los santos, contiene abreviadamente todas las dulces frases de los salmos y cánticos; pide todo lo que es necesario para nosotros; alaba a Dios de manera excelente; eleva el alma de la tierra al cielo y la une estrechamente con Dios" (SAR 36). “San Agustín asegura que el padrenuestro bien recitado borra los pecados veniales” (SAR 37) y "nos enseña a odiar y evitar el pecado" (SAR 43).

"El saludo angélico, el avemaría, es tan sublime, tan elevado, que el bienaventurado Alain de la Roche creía que ninguna criatura puede comprenderlo y que solo Jesucristo, nacido de la Virgen María, puede explicarlo. Obtiene principalmente su excelencia de la Virgen Santísima a quien fue dirigida, de la encarnación del Verbo para la cual fue traída del cielo y del arcángel Gabriel, que fue el primero en pronunciarla» (SAR 44). "Aunque este nuevo cántico está dirigido directamente a la Madre de Dios y contiene su alabanza, es sin embargo muy glorioso para la Trinidad, porque todo el honor que damos a la Virgen, vuelve a Dios como al origen de todas sus perfecciones y virtudes" (SAR 47).

"Además, al final de cada decena, es bueno añadir el Gloria al Padre, etc., decir: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos".

Montfort explicaba los misterios con pinturas del Evangelio (imágenes de gran tamaño). Enseña que el Rosario nos conforma con Jesús. Nuestro Señor quiere que recordemos sus bendiciones. Meditar los misterios es un gran medio de perfección y santificación (véase El admirable secreto del santísimo Rosario).

El Rosario "es esa agua clara que mana de la fuente de la gracia, mientras que las demás oraciones que buscamos en los libros, no son más que pequeños arroyos que de ella brotan" (SAR 38). Hay multitud de ejemplos de maravillas realizadas por el Rosario (SAR 98-115).

"He aprendido, por experiencia propia, el poder de esta oración del Rosario para convertir los corazones más endurecidos. Encontré a algunos a quienes las verdades más terribles predicadas en una misión no les habían impresionado y que, tras adoptar, siguiendo mi consejo, la práctica de rezar el Rosario todos los días, se convirtieron y lo entregaron todo a Dios. Vi una diferencia infinita entre la moral de la gente de las parroquias donde había hecho misiones, porque algunos, habiendo abandonado la práctica del Rosario, habían vuelto a caer en sus pecados; y los demás, por haberla conservado, se habían conservado en la gracia de Dios y progresaban cada día en virtud" (SAR 113).

sábado, 26 de octubre de 2024

Nos dio a una Madre que nos cuida y acompaña

Del sitio Píldoras de Fe:

El Papa Francisco se reúne con miembros de la Cofradía española de Nuestra Señora de Montserrat en el 800 aniversario de su fundación, y recuerda que "la Santísima Virgen María es nuestra madre y abogada que deshace los nudos en los que a veces entretejemos nuestras vidas".

"María es nuestra madre y abogada, que nos ayuda a desatar nuestros nudos", dijo el Papa Francisco en su encuentro.

En sus palabras, el Papa Francisco expresó además su alegría por recibir a los peregrinos en el día en que la Iglesia celebra a Nuestra Señora del Rosario

El Papa Francisco dijo que "celebrar a María es celebrar la cercanía y la ternura de Dios que está con su pueblo, que no nos deja solos, que nos ha dado una Madre que nos cuida y nos acompaña."

"Celebrar a María es celebrar la cercanía y la ternura de Dios que está con su pueblo, que no nos deja solos, que nos ha dado una Madre que nos cuida y nos acompaña", dijo el Papa.

Así, el Papa Francisco recordó que el grupo había venido como peregrinos a Roma precisamente "para celebrar y dar gracias al Señor por esta presencia tan cercana de María que, desde hace 800 años, os acompaña en el camino de la vida cristiana". El Papa les pidió que se unieran a él para evocar la imagen de "la Virgen de Montserrat, la querida "Moreneta", la Virgen negra, que está sentada, sosteniendo al Niño".

El Papa Francisco dijo además que tener presente esta doble vocación de María, de ser madre de Dios y madre nuestra, ayuda a reflexionar mejor sobre el lema elegido para su peregrinación, que era "piedad popular, amistad social y fraternidad universal".

El Papa Francisco reconoció la importancia de la devoción mariana en las manifestaciones de piedad del santo pueblo fiel de Dios.

"Pensad, en estos 800 años de presencia en Montserrat", reflexionó el Papa, "¡cuántos fieles han visitado su santuario, han desenrollado las cuentas del rosario y han pedido humilde y sencillamente a la Moreneta su intercesión por ellos y por sus seres queridos! ¡Cuántas manifestaciones de afecto filial, súplicas y acciones de gracias!", indicó.

Continuando, el Santo Padre afirmó que "podemos imaginar a María diciendo en el fondo de su corazón a cada uno de sus hijos, con serenidad y dulzura, como en Caná de Galilea: Haced lo que Jesús os diga".

"La fuerza evangelizadora de la piedad popular, crea condiciones favorables para que crezcan y se fortalezcan los lazos de amistad y fraternidad entre los pueblos", dijo el Papa.

"También en este aspecto", observó el Papa, "la devoción mariana ocupa un lugar privilegiado".

El Papa Francisco recordó a María, como nuestra "Madre" y "facilitadora", diciendo que la palabra "defensora" se ha vuelto un poco "demasiado funcional".

"María es facilitadora en los conflictos y en los problemas, como la falta de vino en las bodas... María es facilitadora en conflictos y problemas, como la falta de vino en las bodas", indicó el Papa.

Continuando, el Papa dijo que "la Virgen, allana también el camino de la amistad entre los pueblos, invitándonos a volver la mirada hacia el origen y la meta de nuestra existencia: Jesucristo, y nos anima a seguir su ejemplo, caminando por las sendas de la paz, la bondad, la escucha y el diálogo paciente y confiado".

"La Virgen de Montserrat, con el mundo en sus manos", dijo el Papa, "nos invita a vivir esta fraternidad universal, sin fronteras, sin exclusiones, que disipa las sombras de un ambiente cerrado."

Animándoles a seguir adelante en esta misión, el Papa Francisco concluyó rezando para que Jesús les bendiga y para que la Santísima Virgen les guarde y les ayude a seguir caminando juntos.

Qriswell Quero
 Venezolano, esposo y padre de familia, 
servidor, ingeniero y misionero de la fe
Quien a Dios tiene nada lo detiene

viernes, 25 de octubre de 2024

Ahora solo quiero estar con Jesús

Del sitio ACI Prensa:

Fran Orvich tiene 30 años y desde hace cinco vive en castidad, tras un proceso de conversión, después de experimentar numerosas dificultades existenciales y caídas espirituales, que le llevaron a consentir en la atracción hacia el mismo sexo.

Acepta conversar sobre su proceso de conversión “para gloria de Dios y salvación de las almas y para dar luz, esperanza y salvación a estos pobres hermanos nuestros que están en la Iglesia y están muy confundidos”.

Se refiere a quienes, como él, experimentan la atracción hacia personas del mismo sexo. Y añade: “Quiero contarlo para que el Señor toque los corazones, se arrepientan e intenten volver a la castidad”, explica a ACI Prensa.

Apenas han transcurrido unos cinco años desde su conversión, pero para explicar lo vivido Fran se remonta a su infancia. “He tenido que criarme con un padre que pegaba a mi madre, alcohólico, mujeriego, con malas palabras. Era un ambiente hostil, terrible”. 

Fran asegura que nació “con una herida en el vientre materno”, pues su padre maltrató a su madre durante su gestación. “Nunca me dijo un ‘te quiero’”, explica, por lo que se convirtió en una figura ausente: “Mi padre ha estado, pero nunca lo he tenido como padre”. 

Este joven retrata a su madre como “una mujer de fe inquebrantable, de oración”, que debido a la situación familiar adoptó un rol de “protectora”. A esto se suma que Fran es el tercero de los hijos varones (tienen una hermana más pequeña) y, reconoce, “me hacían un poco de bullying”.

Siendo un niño, comenzó a consumir algo de pornografía —lo que luego fue en aumento— de tal forma que “con 8 o 9 años, con tres chicos de mi edad ya hacía cosas con ellos. No profundas, pero ya estaba totalmente pervertido”, puntualiza.

En esos años escolares, Fran no lo pasó bien. Era un chico tímido y callado y los compañeros le hacían “el vacío”, ignorándolo. Recuerda que le marcó en especial el día en que un profesor le sacó a la pizarra para hacer una suma sencilla, no supo hacerlo y el docente animó a los compañeros a reírse de él. Eso le generó una herida grande que sólo ha podido sanar años más tarde en su proceso de conversión.

Entrando en la adolescencia, a los 12 años, caía en la masturbación “a diario”. Ya en el Instituto, seguía consumiendo pornografía y entró en el mundo del ocultismo: “Abrí puertas al mal”, reconoce, a través de diversas prácticas esotéricas.

El Fran del instituto no se parecía al del colegio: “Era el rebelde, el que hacía bullying, el payaso de la clase, el chulito”. En ese tiempo tuvo 5 novias y los actos homosexuales de la infancia eran el recuerdo de una curiosidad mal encauzada. 

Pero en un momento dado se empieza a interesar por un compañero: “Me empiezo a fijar en el chico de la clase de al lado, me empieza a llamar la atención y algo se despierta en mí. Empiezo a tontear y como que me va gustando ese tonteo”, que no llegó al plano sexual. 

Pasa un tiempo y “a los 16 años estoy con el primer chico y empiezo a ocultarme, porque mi familia no lo sabía”. Lo vivió en secreto, hasta que, a los 18 años, hubo una fuerte pelea en casa entre sus padres: “Mi padre quería pegar a mi madre y yo con 18 años no lo iba a permitir”, explica.

Su padre le llamó “maricón” —”siempre tenía esa palabra en la boca”— y Fran respondió: “Sí, ¡qué pasa!”. La reacción de su padre fue muy agresiva: “Me quiso matar con una hoz, me tiró una silla y lo esquivé”, recuerda.

Con 18 años recién cumplidos mi alma estaba en el abismo” y en la soledad: “No tenía un amigo cristiano, una buena amistad que me dijera: ‘no te preocupes, ven a mi casa’”. Fran asegura que tenía fe, porque su madre se la había inculcado, pero “no iba a Misa, no hacía nada, no rezaba”.

Ante la difícil situación en casa, el chico con el que tenía una relación en ese momento le acogió: “Él es el único que no me falló, porque toda mi familia me falló, me dejaron tirado”. Sin embargo, aquella relación acabó mal y Fran tuvo que buscar una habitación de alquiler. 

Era apenas un muchacho que no había salido de casa de sus padres. “¿Qué hago yo con mi vida ahora?”. Intentó un trabajo de comercial puerta a puerta que no le fue bien hasta que tomó una decisión dramática: “Me prostituí”.

Fue algo muy doloroso, muy humillante y terrible. No deseo a nadie que pase por esa situación. Ahora lo puedo contar, porque el Señor me está sanando, pero antes no podía”, prosigue Fran al otro lado del teléfono.

Por fortuna aquello duró una semana, porque un primo suyo le llamó para que fuera a vivir con sus tíos. En la familia ya se tomó como “oficial” que Fran era homosexual. 

Por rabia hacia su padre, “lo odiaba y lo quería ver muerto”, participó en un programa de televisión. “Hice el mayor ridículo de la historia y me engañó el demonio de una manera tan fuerte…”, asegura, al reconocer su homosexualidad ante las cámaras. 

Fran se arrepiente de aquello, sobre todo por el escándalo, en particular hacia sus progenitores: “El mandamiento de honrar a tu padre y a tu madre me lo salté”.

En aquel tiempo Fran estaba “totalmente metido en el mundo gay” a través de las redes sociales, aunque, puntualiza: “Sí es cierto que yo, tengo que recalcarlo, nunca he estado de acuerdo con mi vida. Yo no era pro LGTBI. Yo no, porque sabía que esto no era normal. Me dije: Me ha tocado así, pues es lo que hay. Pero yo no estaba de acuerdo”.

A pesar de ello, Fran frecuentaba Chueca [barrio identificado como pro LGTBI en Madrid] porque “cuando estás tan lleno de demonios, de lujurias, pues al final el cuerpo te pide por lo que te pide”. 

Vivía relaciones tóxicas, de dependencia emocional: “Al final, en los hombres yo estaba buscando la figura de mi padre, pero la sexualicé”.

A pesar de la fe de su madre, diversas circunstancias familiares hicieron que Fran no recibiera el sacramento del Bautismo al nacer. A sus 22 años, sin embargo, Fran tenía ese anhelo interior: “A pesar de estar ‘empecatado’, le dije a mi madre que quería bautizarme”. 

Finalmente, sin mucha preparación reglada debido al negocio familiar de feriantes de sus padres, recibió el Bautismo. 

A pesar de ello, Fran siguió vinculado a prácticas esotéricas: “Me echaban las cartas, me encantaba todo este tema de espíritus”. En el fondo, reconoce “era un dios a mi medida, porque yo creía, pero hacía lo que me daba la gana”.

Así transcurrieron tres años en los que Fran dedicaba mucho tiempo a cultivar su imagen externa, ir al gimnasio lo que le llevó a trabajar como modelo ganando buen dinero. 

El vuelco espiritual y de vida llegó a los 25 años, cuando un sobrino recién nacido estuvo a punto de morir. Aquello supuso una sacudida fuerte en el alma de Fran que le llevó a rezar con fervor por su vida: “El Señor me dijo en mi interior: ‘Esta es la última oportunidad’. Me lo dijo así”, asegura. “Entendí lo que estaba haciendo mal, cómo estaba mi alma, me di cuenta de todo y dije: se acabó, renuncio a esto”, añade.

Entonces Fran decidió confesarse “con un buen sacerdote”, especifica. Así narra cómo fue la experiencia de recibir el Sacramento del Perdón: “Yo siempre he querido buscar el amor, la paz. No lo he encontrado ni en los hombres, ni en el dinero, ni en la fama, porque siempre estaba vacío. Me confesé y conté todos mis pecados, porque tuve una iluminación increíble del Espíritu Santo. Cuando me dió la absolución el padre ¡sentí tanto amor! Sentí el perdón de Dios, su misericordia. Eso fue para mí algo increíble. Me sentía flotando, con un peso quitado de encima. No paraba de llorar, de pedirle perdón al Señor. Me sentí tan amado, ¡tan amado! Y cuando conocí este amor de Dios, dije: Ya no quiero los otros amores, porque he sido infeliz, nada más, he sufrido mucho. Yo quiero estar con este amor, quiero estar con Jesús”.

Así comenzó un proceso de formación en la fe sobre devociones como el Sagrado Corazón de Jesús o la Divina Misericordia. Fran tenía “una sed de Dios increíble, de amarlo, de adorarlo, de servirlo, de reparar, de hacer penitencia”.

Y, siguiendo ese camino de conversión, participó en un Retiro de Effetá en el que, delante del Santísimo, “cara a cara con el Señor, lloraba mucho y le pedía perdón por lo que hice”, explica.

También sintió la necesidad de pedir perdón a su madre. Ella, que llevaba siete años rezando, le dijo: “Hijo, por fin escuchó el Señor mis oraciones. El puñal que tenía en el corazón por ti ya me lo ha sacado. Bendito sea el Señor”. 

Para Fran es importante explicar cómo se había comportado su madre respecto a él. “Ella no estaba de acuerdo con mi pecado, pero me amó. No me dijo ‘tráete a tu novio cuando quieras y me lo presentas’, no. Me dijo dos veces ‘no estoy de acuerdo con esto, con tu vida’, pero siempre con mucho amor y mucha misericordia”.

Tiempo después, tras un proceso, pudo pedir perdón a su padre. “También él me pidió perdón a mí y tuve una liberación muy fuerte, se me quitó un peso de encima”.

Fran lleva cinco años en castidad: “No quiero estar con nadie, quiero estar con Jesucristo, quiero estar en su Iglesia. Las cosas de Dios son las que me hacen verdaderamente feliz y me dan paz”. 

A pesar de su determinación, reconoce que tiene tentaciones, “ataques del demonio”, que entiende que son “parte de la purificación” y para combatirlas trata de oír Misa y comulgar a diario, rezar el Rosario y hacer penitencias. 

También se ha consagrado a la Virgen María siguiendo el camino de 33 días elaborado por San Luis María Grignon de Monfort: “La Santísima Virgen es clave en mi lucha contra el demonio que siempre va a intentar llevarme atrás. Tengo que estar continuamente en lucha. El Señor te da la perseverancia”.

Como parte de esa batalla espiritual, además de ser feriante, Fran es “misionero en las redes sociales”, a través de sus perfiles de Facebook y Tik Tok, donde intenta dar “testimonio a jóvenes y mayores, dando la Palabra de Dios, un aliento de paz y alegría”.

Para poder caminar una nueva vida, Fran ha necesitado ayuda espiritual y psicológica importante. En primer lugar, para cerrar las puertas que reconoce que ha abierto a través del ocultismo. 

Si Santa María Magdalena tenía siete demonios, imagínate yo”, reconoce Fran, que se ha sometido a rituales de “liberación”. De hecho, asume “aún estoy en proceso”. 

En otros ámbitos, Fran es consciente de que “la parte psicológica y la parte espiritual van unidas”, por lo que estuvo buscando “un sacerdote psicólogo bueno, que no me lleve al mal, sino que me lleve a Dios” hasta que lo encontró: “El Señor me ha puesto un excelente sacerdote psicólogo que lleva todos estos temas de atracción al mismo sexo”. 

Casi al término de la extensa conversación con ACI Prensa, Fran no duda al ser preguntado por sus impresiones sobre el documento Fiducia supplicans sobre el sentido pastoral de las bendiciones, que suscitó una gran controversia dentro y fuera de la Iglesia Católica: “Me causó mucho dolor y tristeza”, porque el documento “es muy confuso, muy ambiguo, no da luz. Puede confundir a muchas almas”. 

Lo que se está diciendo mucho es ‘Dios te ama’ y, en efecto, Dios nos ama mucho. Pero se está omitiendo que hay que convertirse”, explica Fran recordando las palabras de Jesús: “Quien quiera seguirme, que se niegue a sí mismo”. 

En esta línea, añade: “Si queremos estar en comunión con el Señor, tenemos que intentar hacer las cosas bien. Somos pecadores y caemos, pero hay que estar en el camino de la conversión, todos los días. Ya decía el Santo Cura de Ars que no hay mayor caridad que salvar un alma del infierno diciendo la verdad”.

En un último intercambio, pedimos a Fran que exprese libremente algo que quiera compartir sobre su experiencia y que considere esencial. Su doble mensaje es para los padres de las personas que experimentan atracción al mismo sexo.

Por un lado, pide “que amen a sus hijos, pero que no acepten su pecado. Porque si lo aceptan, de nada servirá que recen”. Y añade: “Confirmándoles en el pecado no los estamos ayudando, los estamos condenando”. 

La segunda idea esencial que quiere transmitir es “que nunca se cansen de rezar por sus hijos, porque la oración tiene mucho poder de intercesión”.

Nacido en 1980
Esposo y padre de familia español
periodista

jueves, 24 de octubre de 2024

Los Santos y el Rosario: San Antonio María Claret: hijo predilecto de la Virgen

 Del sitio Fundación Cari Filii:

Cada 24 de octubre, la Iglesia celebra la fiesta de San Antonio María Claret: santo español, fundador de los claretianos y muy ligado durante toda su vida a la devoción a la Virgen María. Obispo de Santiago de Cuba, murió desterrado en Francia después de una trayectoria vital dedicada a los demás.

Conocido por fundar la Sociedad de Misioneros Hijos del Corazón Inmaculado de la Virgen María -los claretianos- trabajó de modo admirable toda su vida por el bien de las almas. Al regresar a España, tuvo que soportar muchas pruebas por la Iglesia, muriendo desterrado en el monasterio de monjes cistercienses de Fontfroide, cerca de Narbona (Francia), en 1870.

Pero, si alguien estuvo presente en la vida de Claret esa fue la Virgen. María era para él la estrella que le guiaba en su vida. Siempre la visitaba en el altar de su parroquia y se imaginaba que sus oraciones subían al cielo por unos "hilos misteriosos". Le gustaba visitar a la Santísima Virgen en su santuario de Fussinmanya (Barcelona).

De niño, todos los días rezaba una parte del Santo Rosario y de mayor lo rezaba completo, los quince misterios todos los días. Era gran devoto del Santo Rosario hasta tal punto que la Virgen le dijo un día: "Tú serás el Domingo de estos tiempos. Promueve el Santo Rosario".

Antonio pasaba mucho tiempo frente a una imagen de la Virgen haciendo sus oraciones y rezos, y hablándole con cordialidad y confianza, porque estaba convencido de que la Santísima Virgen lo escuchaba.

En obsequio a la Virgen María se abstenía no sólo de pecados mortales, sino hasta de veniales, de faltas e imperfecciones, y aún se abstenía de cosas lícitas, solo para mortificarse y abstenerse de alguna cosa en obsequio a María Santísima.

Decía Claret: "Ya veis cuanto importa ser devoto de María Santísima. Ella os librará de males y desgracias de cuerpo y alma. Ella os alcanzará los bienes terrenales y eternos.  Rezadle el Santo Rosario todos los días con devoción y fervor y veréis como María Santísima será vuestra Madre, vuestra abogada, vuestra medianera, vuestra maestra, vuestro todo después de Jesús".

En otro lado dice: "Ni en mi vida personal, ni en mis andanzas misioneras podía olvidarme de la figura maternal de María. Ella es todo corazón y toda amor. Siempre la he visto como Madre del Hijo amado y esto la hace Madre mía, Madre de la Iglesia, Madre de todos. Mi relación con María siempre ha sido muy íntima y a la vez cercana y familiar, de gran confianza".

"Yo me siento formado y modelado en la fragua de su amor de Madre, de su Corazón lleno de ternura y amor. Por eso me siento un instrumento de su maternidad divina. Ella está siempre presente en mi vida y en mi predicación misionera. Para mí, María, su Corazón Inmaculado, ha sido siempre y es mi fuerza, mi guía, mi consuelo, mi modelo, mi Maestra, mi todo después de Jesús», añadía el santo.

miércoles, 23 de octubre de 2024

El Santo Rosario, el arma que la Virgen nos dio

Del sitio Relevant Radio:

"Amad a la Virgen y rezad el rosario, porque su rosario es el arma contra los males del mundo actual. Todas las gracias concedidas por Dios pasan por la Virgen". - San Padre Pío

El Papa San Juan Pablo II sin duda tuvo en cuenta las palabras de San Padre Pío, no sólo por lo que sabemos de su rosario diario, sino por la miríada de otras cosas que hizo para llevar la devoción a Nuestra Señora y "el arma" que nos dio.

El Papa se encuentra a menudo en una posición muy difícil, en la que se esfuerza por llevar a la gente a Cristo a través de los problemas sociales relevantes, evitando al mismo tiempo la tentación de atrincherarse en la cultura. El Papa Juan Pablo II consiguió un equilibrio muy fino al llegar a la gente allí donde se encontraba e invitarla a crecer en santidad personal a través del rosario.

Ya se tratara de la Guerra Fría, de los atentados terroristas del 11 de septiembre o de la guerra contra la familia, mantuvo una refrescante y firme fe en el Rosario y en su poderoso alcance. Nos animaba a rezar por la paz, por soluciones, por esperanza y por amor en todos los encuentros. Y cuando pedimos cosas nobles, Nuestra Señora siempre es capaz de acudir a Nuestro Señor en nuestro lugar y sabemos que Jesús ama demasiado a Su madre como para decir que no. Como decía San Maximiliano Kolbe: "Nunca tengas miedo de amar demasiado a la Santísima Virgen. Nunca podrás amarla más de lo que la amó Jesús".

¿Y qué mejor camino hacia la santidad que imitar a quienes nos precedieron? San Juan Pablo II tenía una devoción especial por el Padre Pío, Luis de Montfort y Jacinta y Francisco Marto -dos de los niños de Fátima que él mismo canonizó-, todos ellos devotos campeones del Santo Rosario. En Fátima, Nuestra Señora expresó su deseo de rosarios diarios y San Juan Pablo II no pensaba decepcionar a la Madre de Dios. Dijo que esta campaña debía ser asumida no sólo por nuestra generación, sino por todas las generaciones futuras, para la salvación de todos.

El 13 de mayo de 1981, fiesta de Nuestra Señora de Fátima, el Papa Juan Pablo II se abría paso entre la multitud en la Plaza de San Pedro cuando, de repente, se oyeron disparos. El asesino turco Ali Agca efectuó cuatro disparos en total, dos de los cuales alcanzaron a dos transeúntes femeninas y dos al Santo Padre. Uno de ellos le hirió en la mano izquierda. El otro le alcanzó en el centro de la masa. Mientras le llevaban al hospital, parecía una herida mortal.

Pero no era su hora. La bala no había alcanzado los órganos vitales ni las arterias por una fracción de centímetro. "Fue la mano de una madre la que guió la trayectoria de la bala". Un dedo apretó el gatillo y otro guió la bala. El Papa Juan Pablo II, atribuyendo a Nuestra Señora de Fátima su supervivencia, visitó finalmente a su presunto asesino en la cárcel y le perdonó cara a cara.

En 2002, en su carta apostólica Rosarium Virginis Mariae, el Papa Juan Pablo II instituyó los cinco Misterios Luminosos del Santo Rosario para celebrar la luz de Dios manifestada a través de la vida de Jesús: el Bautismo de Jesús, las Bodas de Caná, el Anuncio del Reino, la Transfiguración y la Institución de la Eucaristía. Su devoción a la Virgen era interminable y decía que el rosario está "entre las tradiciones más bellas y loables de la contemplación cristiana".

martes, 22 de octubre de 2024

La conversión gracias a la canción de los que iban al cadalso

 Del sitio 1000 razones para creer:

En la década de 1830, el barrio parisino de Mouffetard se encontraba en una situación desesperada. El paro y la agitación revolucionaria eran moneda corriente. La Revolución de Julio de 1830, los disturbios de la primavera de 1832 -inmortalizados por Victor Hugo en "Los Miserables"- y la epidemia de cólera que asoló la capital a partir del martes de Carnaval de 1832, antes de extenderse por toda Francia, se cobraron miles de víctimas. Tantas desgracias amargaron un poco más a la población contra todo lo que representaba el orden. Se supone que la Iglesia forma parte de este "orden burgués", y esta creencia fomenta un odio tenaz hacia la fe católica. Sin embargo, la mayoría de los habitantes del barrio sobreviven gracias a la ayuda que les prestan estos "bondieusards" a los que insultan. Una mujer se ha hecho cargo de estas obras de caridad, sin señalar nunca a los necesitados: "Soy una Hija de la Caridad y acudo en ayuda de los desgraciados allí donde los encuentro. Intento hacerles el bien sin juzgarlos nunca", dice, y es verdad.

Nacida en Confort, en la diócesis de Belley, el 9 de septiembre de 1785, Jeanne Marie Rendu creció en medio del Reinado del Terror, y tomó el nombre de Sor Rosalía cuando ingresó en las Hijas de la Caridad de Saint-Vincent-de-Paul a los dieciséis años. En la actualidad tiene más de cincuenta años y nunca ha abandonado la oficina de caridad, a la que fue destinada en 1800, extendiendo gradualmente sus actividades a todos los desamparos que se le presentaban.

Sor Rosalía era el ejemplo perfecto de lo que San Vicente de Paúl quería para sus Hijas de la Caridad: "una buena campesina", sin historia, sin afición a los ensueños místicos, capaz de realizar un trabajo agotador y poco apetecible sin quejarse, sirviendo a Dios, sirviendo a "nuestros señores los pobres". Organizadora eficaz, con un coraje que nunca le falló cuando se trataba de hacer el bien, intrépida, hacía lo que debía y lo que tenía que hacer, sin pasarse ni imaginar milagros. Menos aún se enorgullece de hacer milagros.

En la década de 1830, la hermana Rosalie Rendu se ocupaba de un anciano cuyos insultos y malicia habían desanimado ya a muchas personas de buena voluntad. Se trataba de un antiguo sans-culotte que, en 1794, había participado en los crímenes cometidos en Nantes por el diputado Carrier, de misión en el oeste de Francia. Una de sus innovaciones consistía en acelerar la matanza de prisioneros -los pelotones de fusilamiento y la guillotina iban demasiado lentos para vaciar las cárceles superpobladas- ahogando cada noche a decenas de desgraciados, hacinados en las bodegas de viejas barcazas hundidas en medio del río. Para añadir picante al asunto, los verdugos escenificaban "matrimonios republicanos" consistentes en atar a los torturados, desnudos, de dos en dos, un hombre y una mujer, preferiblemente un adolescente y una anciana, una joven y un anciano, un cura y una monja. Estas fantasías llevaron a Carrier y a sus cómplices al cadalso a finales de 1794, porque dañaban la reputación de la Revolución.

Como simple cómplice, el anciano pudo regresar a París y ser olvidado, pero nunca renunció a sus "hazañas" de juventud, lo que explica el aislamiento en el que sobrevive y del que sólo puede salvarlo la caridad de sor Rosalía.

De hecho, en la primera mitad del siglo XIX, todavía había muchos contemporáneos de la Revolución y, mientras vivieron, nadie idealizó aquellos terribles años. Todo lo contrario. Para la mayoría, que recordaba las masacres y los crímenes cometidos, inspiraban un profundo horror. Las personas identificadas como autores de esos crímenes -se jacten de ello o no, ahora que han perdido el poder y, con la edad, toda capacidad de hacer daño- son condenadas al ostracismo por sus vecinos, que las abandonan a su soledad, a su miseria y tal vez a sus remordimientos. Sólo los católicos, en nombre del perdón de las ofensas, aceptan ayudarles del mismo modo que a cualquier otra persona necesitada.

Como digna Hija de la Caridad, Sor Rosalía participó en el movimiento de popularización de la Medalla Milagrosa revelada por Nuestra Señora a Sor Catalina Labouré en noviembre de 1830. Acuñada a petición del arzobispo de París, Mons. de Quelen, en el contexto de la epidemia de cólera de 1832, pero sin revelar la identidad de la vidente ni las circunstancias de las apariciones, la medalla fue ampliamente difundida y conoció un éxito fulgurante por las curaciones, la protección y las conversiones de última hora que suscitó. Al dársela a su recalcitrante anciano, Rosalía puso la causa en mejores manos que las suyas. El milagro se produjo, pero nada extraordinario, al menos a primera vista.

La intervención de la Virgen era evidente, porque la medalla despertó en el anciano un recuerdo que llevaba más de cuarenta años enterrado y del que nunca había hablado con nadie, pero en el que predominaba la devoción mariana. Recordó de pronto una mañana del invierno de 1794, en Nantes, donde había acudido a presenciar el paso del carro que llevaba a los condenados a la guillotina. Los condenados eran prisioneros de la Vendée que, camino de la muerte, habían cantado el cántico de San Luis María Grignion de Montfort a Nuestra Señora de la Buena Muerte, muy conocido en el oeste de Francia: "¡Pongo mi confianza, oh Virgen, en tu ayuda! Defiéndeme, cuida de mis días, y cuando llegue mi última hora para determinar mi destino, permíteme morir la más santa muerte". Extrañamente, mientras había venido a insultar a estos moribundos y a burlarse de ellos, entre los gritos de la multitud, el sans-culotte oyó esta canción, de modo que la melodía, así como cada palabra, se grabó en su memoria y permaneció allí. Durante años, sin prestar atención ni comprender del todo lo que decía, la cantó una y otra vez, dejando que la Virgen de la Buena Muerte trabajara en su alma.

Durante meses, no había acogido a esta "buena hermana", a la que detesta. Pero una mañana, como no tenía nada más que ofrecer a esta servicial mujer, le dijo: "Tome, hermana, le cantaré una canción que conozco desde hace mucho tiempo" y, en lugar del estribillo revolucionario o la canción de cabaret que esperaba sor Rosalía, cantó el himno que había oído antes, que ella escuchó hasta el final antes de exclamar: "¡Qué bonito es! ¿Dónde lo has aprendido?" Y él le habla de aquella triste mañana, de aquellas personas que estaban a punto de morir y cantaban, y de esa musiquilla que le persigue desde entonces...

De repente, comprendió lo que había estado cantando, y el milagro que se había obrado en su favor. Entre lágrimas, pidió volver al catolicismo. Murió poco después, devotamente, en brazos de Sor Rosalía, cantando "su canción" hasta el final.

autora de más de cuarenta libros, 
la mayoría de ellos dedicados a la santidad
Especialista en historia de la Iglesia
postuladora de una causa de beatificación 
periodista en varios medios de comunicación católicos

lunes, 21 de octubre de 2024

Una obra de extraordinaria eficacia

Del sitio Un Minuto con María:

Hace 160 años se hizo pública una obra destinada a convertirse en un clásico de la espiritualidad mariana. San Luis María Grignion de Montfort compuso el "Tratado sobre la verdadera devoción a la Santísima Virgen" a principios del siglo XVIII, pero el manuscrito permaneció prácticamente desconocido durante más de un siglo.

Cuando, finalmente, casi por casualidad, fue descubierto en 1842 y publicado en 1843, tuvo un éxito inmediato y demostró ser una obra de extraordinaria eficacia en la difusión de la "verdadera devoción" a la Santísima Virgen.

En mi juventud, a mí mismo me ayudó mucho la lectura de este libro, en el que encontré la respuesta a mis perplejidades por el temor a que el culto a María, desarrollado excesivamente, terminara comprometiendo la supremacía del culto debido a Cristo.

Bajo la sabia guía de san Luis María, comprendí que, si vivimos el misterio de María en Cristo, tal riesgo ya no existe. De hecho, el pensamiento mariológico del santo tiene sus raíces en el Misterio Trinitario y en la verdad de la encarnación del Verbo de Dios.

Extracto de su Carta a los religiosos y religiosas de la familia monfortiana
8 de diciembre de 2003.



domingo, 20 de octubre de 2024

La Madre, Reina del Hogar

 

En Argentina hoy se celebra el Día de las Madres. Saludemos a Nuestra Madre, la Virgen, en su día

Del sitio Gaudium Press:

La madre, principal colaboradora de Dios para traer los hijos a la existencia, es la reina del hogar con una regencia de carácter peculiar: un reinado del amor.

Aquella mujer que se convierte – en medio de la alegría y los dolores del parto – en la primera a entrecruzar miradas y sonrisas para el niño que nace, siendo, después, guía en los primeros pasos y necesidades y estampando en su corazón el camino posterior de la vida, lleva el maravilloso título de: MADRE.

Aquella que convierte el hogar en agradable lugar que atrae como un imán, uniendo los corazones en un vínculo de amor hacia el cual todos respetuosamente tienden a dirigirse.

Aquella que, preocupada por la conservación y aseo de la casa, la hace acogedora y agradable en multitud de detalles, con una decoración -simple o más desarrollada según las capacidades económicas- establece, en la vida de familia, el ambiente adecuado a la convivencia.

Aquella que a veces, con voluntad enérgica, hace sus intervenciones decisivas en muchos momentos con arranques que no excluyen la dulzura, con la enorme potencia de cariño femenino.

Aquella que es el puente de unión entre todos los componentes de su hogar, sea con su esposo, con sus propios hijos e incluso sus empleados, creando un clima de cordialidad.

Aquella que no descuida su preocupación por atender uno de los deleites legítimos de la humanidad, el placer de comer. Bien nos enseña la Escritura que “no solo de pan vive el hombre” (Deuteronomio 8,3 – Mateo 4,4), pero sí sabemos, precisa de pan.

Esta gran misión, de ser madre y al mismo tiempo esposa, tiene sus exigencias. Demanda espíritu de fe, sentirse apoyada en Dios, no contar con sus propias habilidades ni dejarse abatir por sus debilidades.

Por eso su vida tendrá que ser marcada por una fuerte piedad personal, pues, la especial irradiación femenina no está principalmente en sus dotes naturales sino, esencialmente, en su vida interior, su vida espiritual, su religiosidad.

Será quien incentive las manifestaciones religiosas en familia: el cumplimiento del precepto dominical, asistiendo a la santa Misa, el rezo diario del santo rosario en familia, el agradecer la salud, invocar la protección de Dios en las salidas diarias o en los viajes, para todos y cada uno. Esto será lo que derrame bendiciones sobre la casa toda, pues: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18,20).

Que, tanto al levantarse como al recogerse en la noche, incentive a sus hijos a orar, a ofrecer las obras del día, a agradecer los alimentos al sentarse a la mesa. Como nos dice el libro de los Proverbios que: “engañosa es la gracia, fugaz la hermosura, la mujer que teme a Dios, merece alabanza” (31, 30).

La mujer, como madre, en situaciones desesperadas, con su especial capacidad de soportar las adversidades, mismo en situaciones extremas, conserva el sentido del futuro. Factor admirable de moderación y de consejo entre padre e hijos. Bien sabemos – pues todos fuimos hijos – que nada hay más eficaz que su intermediación en las necesidades y deseos hacia el padre; así como también nada mejor que su suave transmisión de las órdenes del padre. Es la representante, la personificación, de la misericordia en el hogar. “Siempre abriendo su boca con sabiduría y enseñando con bondad” (Proverbios 31, 26).

La madre, principal colaboradora de Dios para traer los hijos a la existencia, es la reina del hogar, con una regencia de carácter peculiar: un reinado del amor. El amor de madre es el más parecido con el amor de Dios, pues ama sin egoísmos; ama, por más que su amor no sea correspondido.

Todos sabemos que el matrimonio descansa sobre el respeto inviolable al contrato suscrito al pie del altar: “me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida”.

Muchos son los enemigos de la institución de la familia en todos los tiempos, pero más fuertemente en los días de hoy que, a través de publicaciones escritas, espectáculos, músicas, películas y todo tipo de vídeos, pisotean y ultrajan la fidelidad conyugal, levantándose contra el compromiso asumido y la maravillosa misión de ser madre.

No dejéis, como madre, que penetren estos malos ejemplos en vuestros hogares.

Nos enseña un documento de la Congregación para la Educación Católica que: “la familia es una realidad social de cultura, una sociedad natural en donde se realizan plenamente la reciprocidad y complementariedad entre hombre y mujer”. Llamados a existir recíprocamente el uno para el otro, ambos realizan lo humano, al ser complementarios en lo masculino como en lo femenino, con una peculiaridad diversa.

Bella unidad de los designios de Dios confiando a esta unión, indisoluble y monogámica, la familia, no sólo la procreación de la especie – en la dignidad de la maternidad -, al llegar la bendición de Dios con los hijos, sino también siendo colaboradora de la construcción de la misma Historia de los hombres.

No podemos dejar de recordar, en esta fecha tan especial para todos los hombres y mujeres de todos los tiempos, como lo es el día de las madres, a la Madre por excelencia, María Santísima, la amada de Dios. Aquella que tiene tantos atributos como invocaciones, unas más expresivas que las otras: reina, madre, abogada, auxiliadora, clemente, esperanza, dulce, socorro, refugio, purísima, etc. Bien podemos exclamar, de los más bellos: ser Hija de Dios Padre, Castísima Esposa del Espíritu Santo, Madre admirable de Dios Hijo. Por eso los cielos la llaman Reina, los hombres Señora, y todos la llamamos MADRE.

 La Prensa Gráfica
5 de mayo de 2024

sábado, 19 de octubre de 2024

El Rosario la ayudó en elcamino de recuperación del cáncer

Del sitio Detroit Catholic:

 "The Tammy Peterson Podcast" profundiza en temas como la fe a través de una lente contracultural. Detrás del podcast se encuentra una mujer de 62 años, superviviente de un cáncer y esposa del psicólogo canadiense Jordan Peterson, que acaba de iniciar el camino para convertirse en miembro de la Iglesia católica.

"Estoy en el RICA (Rito de Iniciación Cristiana de Adultos). ... Empecé ayer", dijo Peterson a The Catholic Register durante una entrevista en un soleado día de finales de septiembre en el centro de Toronto. "Pasaré por eso y en Pascua me haré católica", dijo.

En cierto modo, su camino hacia la Iglesia católica ha cerrado el círculo. Originaria de un pueblo de unos 2.000 habitantes de Fairview, en la provincia canadiense de Alberta, donde conoció a su marido, Peterson creció en una familia protestante, y luego se quedaría sin vínculos religiosos formales cuando sus padres dejaron de ir a la iglesia. Sin embargo, guarda un recuerdo imborrable de su bisabuela polaca católica de 104 años, que llevaba un rosario todos los días.

Los problemas de salud de Peterson comenzaron alrededor de 2015. Dos años más tarde, en la época en que su marido saltó a la fama mediática como autor de best-sellers y comentarista en los medios de comunicación, la artritis era tan grave que ya no podía subir y bajar las escaleras. Un escáner descubrió una sombra en su riñón izquierdo. La primera biopsia reveló un carcinoma de células renales, mientras que los resultados de una segunda biopsia trajeron noticias más angustiosas.

"Cuando (mi médico) me llevó a la consulta, le temblaban las manos y me entregó unos papeles para que firmara otra operación y me dijo: 'Lo siento, pero le hemos hecho otra biopsia y lo que tiene es mucho más agresivo de lo que pensábamos. Creemos que le quedan 10 meses de vida'. Mi marido y yo nos quedamos de piedra", recuerda.

Peterson fue inmediatamente a ver a su hijo Julian, que vivía cerca. "Creo que en ese momento, cuando mi hijo me miró con tanta pena y con un amor más profundo que el que yo sentía por mí misma, sentí que se me quitaban de encima mi cinismo y mis dudas, porque creo que se los había entregado a Dios", afirma.

Tras dos intervenciones quirúrgicas para extirpar los tumores, surgieron complicaciones que provocaron una crisis de salud que desconcertó a los médicos y llevó a Peterson de nuevo al hospital. Su peso había bajado a 45 kilos y se le había caído el pelo. Los médicos no podían encontrar ni solucionar el origen de la fuga linfática que causaba estragos en su cuerpo.

"Por suerte, tenía a Queenie allí, porque las oraciones me ayudaron", dice Peterson. Su amiga, Queenie Yu, vino a visitarla en cuanto supo que Peterson estaba enferma.

"Traje un rosario bendecido por el Papa Francisco, un pequeño folleto sobre cómo rezar el rosario y una imagen de Nuestra Señora y el Niño Jesús chino (sic)», dijo Yu, que es ella misma una conversa católica adulta y ahora miembro numerario del Opus Dei, una prelatura personal de laicos y clérigos católicos cuya espiritualidad se basa en encontrar a Dios y buscar la santidad en el trabajo ordinario y la vida cotidiana. (Peterson no tiene vínculos formales con la prelatura).

"Jordan y Tammy estaban juntos en el hospital y ambos pensaron que la imagen era preciosa. Y cuando ella vio el rosario, dijo: 'Oh, es un rosario'. Y yo le dije: 'Ya sabes lo que es'. Y ella respondió: 'Sí, pero no sé usarlo'", recuerda Yu.

Durante las cinco semanas de hospitalización de Peterson, su amistad se estrechó mientras se sentaban en el atrio acristalado del Hospital General de Toronto, hablaban de fe y familia y rezaban juntas el rosario todas las mañanas.

"Le pregunté: '¿Por qué dices que tu enfermedad es un don cuando estabas sufriendo tanto, tu familia estaba sufriendo? Me contestó: 'Porque a través de mi enfermedad encontré a Dios y ¿qué puede haber mejor que conocer a tu propio Creador?". recuerda Yu. "¿Cómo te llegan estos comentarios? Es la gracia (de Dios)".

Al recordar ese período difícil, Tammy dijo que la oración "aliviaba parte del dolor". "Me despertaba por la noche y rezaba el Padrenuestro hasta que me volvía a dormir. No me permitía preocuparme", dijo. "Prácticamente rezaba toda la noche, a menos que estuviera durmiendo".

Peterson acudió a un hospital de Filadelfia para someterse a más pruebas. Antes de salir de Toronto, otro amigo y YouTuber, el padre Eric Nicolai, sacerdote del Opus Dei, la bendijo y compartió una novena a San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. Al quinto día de que Peterson rezara la novena, y el mismo día en que estaba programada otra operación, los médicos descubrieron que el problema médico se había resuelto por sí solo. Se canceló la operación y fue dada de alta.

Peterson atribuye su milagrosa recuperación a Dios, así como a un cambio radical en su dieta, en la que eliminó todo excepto la carne y el agua. "Los médicos ni siquiera me ofrecieron quimioterapia, ni radioterapia, ni terapia genética, ni nada, porque decían que este tipo de cáncer había matado a todo el mundo y no tenía tratamiento", explica. "Mi familia estaba bastante asombrada porque no me sentía desesperada".

Antes de casarse, Jordan preguntó a su futura esposa si se comprometía a decir la verdad. Ella pasó un año reflexionando sobre ello, volvió y le dijo que se comprometía a un matrimonio anclado en la verdad.

Su marido estableció una conexión entre su voto matrimonial y la búsqueda de la verdad en la Iglesia católica por parte de Peterson.

"Esto es una extensión, lo que le ha ocurrido en los últimos años, de aquel voto que hizo cuando decidió por primera vez que íbamos a casarnos. Es algo crucial comprometerse con la verdad", dijo Jordan durante una entrevista telefónica.

Sobre si apoya la decisión de su esposa de hacerse católica, Jordan dijo: "Es más que eso. Ella intenta apuntar hacia arriba. Si amas a alguien y está intentando apuntar hacia arriba, te alegras mucho por ello".

viernes, 18 de octubre de 2024

El Rosario de los no nacidos

Del sitio Ministerios del Amor Santo:

El 7 de Octubre de 1997, nuestra Señora se apareció a la vidente Maureen Sweeney-Kyle.  Frente a Ella había un rosario un poco inusual.  Las cuentas del Padrenuestro eran cruces hechas de gotas de sangre.  Las cuentas de las Avemarías eran lágrimas con bebés no nacidos dentro de ellas.  La cruz del rosario era de un dorado brillante.  Nuestra Señora le dijo que ese rosario era la forma en que el Cielo describía el arma que vencerá la maldad del aborto.  Le dijo que el Cielo lloraba por el costo de este gran pecado y que la historia y el futuro de todas las naciones había sido cambiado debido a esta atrocidad contra el don de la vida de Dios.

El Rosario se mandó fabricar conforme a esta descripción, pero no fue sino hasta el 2001 que estuvo listo, y entonces, nuestra Señora dijo: “Yo te afirmo, hija Mía, que cada ‘Avemaría’ rezado con un corazón amoroso rescatará a una de estas vidas inocentes de la muerte por aborto. Cuando utilices este Rosario, recuerda Mi Inmaculado Corazón Doloroso, el cual continuamente ve el pecado de aborto ejecutado en cada momento presente. Te doy este sacramental especial con el cual sanar Mi Corazón Maternal.”

Unos días después, Jesús se apareció a la Vidente y le dijo:  “La promesa más grande que les doy en relación a este Rosario es que cada Rosario rezado con el corazón en estas cuentas (lágrimas) hasta su terminación, mitiga el castigo hasta ahora pendiente por el pecado de aborto.  Adjunto esta promesa al Rosario que te dio directamente Mi Madre, ya que es particular a Su diseño y a Sus deseos. Dalo a conocer."

Cuando tú rezas usando este Rosario y con un corazón amoroso, por cada Avemaría el Cielo derrama la gracia para salvar un bebé de ser abortado. Es decir, si tú rezas ordinariamente un Rosario al día, pueden ser salvados 50 bebés. Puedes rezar tu Rosario como lo haces regularmente, sólo que al final de cada misterio se te pide incluir una jaculatoria muy breve:  Jesús, protege y salva a los no nacidos.”  Y recuerda que debe ser rezado con amor en el corazón.  Te estarás preguntando si puedes rezar contra el aborto con cualquier otro Rosario, y la respuesta es “sí, sí puedes”; cualquier oración que brota del corazón es escuchada por Dios. Pero las promesas que se han mencionado son especiales para este Rosario.   

"Hoy, lamentablemente, se le debe dar mucha responsabilidad a los laicos que están consagrados a Mí.  Yo no puedo depender del liderazgo de la Iglesia para que se unan en un esfuerzo para vencer al enemigo a través del Rosario.  Incluso Mis apariciones han causado división por los esfuerzos de Satanás para hacer fracasar Mis planes."

"Por eso hoy, en Mi festividad, llamo a todos Mis hijos a unirse en Mi Corazón.  No permitan que el orgullo los divida por la aparición que van a seguir.  Sean parte de la Llama de Mi Corazón.  Estén unidos con amor y con el arma de la oración de Mi Rosario.  El mal del aborto se puede vencer con sus esfuerzos y a través de Mi gracia."

"Propaga esta imagen que te he mostrado hoy."