Los jordanos, como el resto de la cristiandad en Oriente, están muy apegados a la Santísima Virgen.
Como sacerdotes, intentamos extender el rezo del rosario, porque es una devoción muy concreta, que introduce al creyente en la vida de Jesús y María.
Conocemos incluso a ortodoxos que rezan el rosario católico todos los días.
Cuando pedimos a la Santísima Virgen que rece por nosotros "ahora y en la hora de la muerte" cincuenta veces al día, nos damos cuenta de que esta "hora de la muerte" es la más importante de nuestra vida.
Por eso decimos a los fieles que recen el rosario con fe, convicción, tranquilidad y paz, porque en la hora de su muerte, la Santísima Virgen estará a su lado.
Por eso siempre llevo un rosario de más en el bolsillo para dárselo a quien no lo tenga.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario