Del sitio Desde la Fe:
En medio del espectacular concierto que ofreció en abril pasado en España, el cantante Bruce Springsteen aprovechó unos cuantos segundos para refrendar su fe católica ante los miles de asistentes reunidos en el Estadio Olímpico de Barcelona.
La presentación de The Boss llevaba cerca de 20 minutos cuando la E Street Band empezó a tocar las notas de la canción The Promised Land (La Tierra Prometida) que en una de sus estrofas dice: “Señor, ya no soy un niño, ya soy un hombre, y creo en La Tierra prometida”.
Fue en ese momento, cuando de entre los fans que se encontraban cerca del escenario emerge una mano con un rosario dirigida a Bruce, quien no solo acepta tan significativo regalo, sino que luego de recogerlo lo besa y con devoción lo guarda en el bolsillo derecho de su pantalón, dejando a la vista la cruz que por su color clara resaltaba.
En un artículo escrito para Religión en Libertad, el director cinematográfico Jesús García Colomer, un apasionado de la música de Bruce Springsteen, relata este hecho que se presentó el pasado 28 de abril, durante el arranque de la gira europea del músico estadounidense, en el que estuvo presente.
“Sucedió como suceden las cosas en las letras de Bruce Springsteen, con naturalidad y dramatismo al mismo tiempo: Él le regala una púa a un fan, a continuación alguien le regala un rosario, Bruce lo besa, se lo guarda en el bolsillo, se da una carrera por el escenario a sus 73 años, y al final, con una sonrisa entrañable, le regala su armónica a una niña de unos seis años de edad que está allí con sus padres”, detalla con emoción.
El cineasta reconoce que quien, “en medio del jolgorio y el estruendo”, se percató del hecho fue realmente su esposa: “Sobre el negro pantalón de Springsteen podía verse desde lejos, más aún gracias a las pantallas gigantes, la cruz de un rosario de color marrón muy clarito, saliendo de su bolsillo y moviéndose al ritmo de la banda sonora de nuestra vida”.
Una amiga del matrimonio, de nombre Gemma, quien estuvo entre los 60 mil asistentes que llenaron el estadio, les comentó que precisamente en el momento que interpretaban La Tierra Prometida y luego de ver la entrega del Jefe, conmovida se sentó para rezar por él y hacerle una petición a la Virgen: “Por favor, dale el amor y el consuelo que le falte, se lo merece”. Y rezó un Avemaría por él.
“En ese momento -explica Gemma- levanté los ojos y vi por la pantalla gigante cómo alguien del público le regalaba un rosario y se lo guardaba, dejando la cruz visible en el pantalón”.
García Colomer reconoce que el detalle de Springsteen de aceptar el rosario, besarlo y guardarlo dejando a la vista la cruz le impresionó, porque si bien es conocida la fe del músico, “de tradición católica irlandesa por su padre, e italiana por su madre, y enseñada por las monjas en el colegio católico de Santa Rosa de Lima de Freehold, New Jersey”, nunca había hecho algo así en un concierto.
“Sé de su fe desarraigada pero inquebrantable… También han sido varias las veces en las que ha hecho alarde de su fe. Lo reconoce abiertamente en su biografía titulada Born to run (2016) y con el rezo del Padrenuestro en sus 209 actuaciones en el Bacon Theater de Broadway entre 2017 y 2021”, indicó.
“Pero colocarse un rosario en pleno concierto”, continua el director de cine en su colaboración, “eso no lo había hecho nunca. Doy fe, que me veo casi todo sobre él”.
García Colomer reconoce que pese a estar inmerso y disfrutando del concierto que se extendió por dos horas y media, no se dio cuenta de ese momento espiritual que se presentó prácticamente al arranque del recital y sólo fue consciente de ello después de la plática con su esposa y de ver en uno de los videos que grabó la escena referida.
“En el vídeo, en el segundo 11, se ve que entregan el rosario a Bruce Springsteen, y un minuto después él regala su armónica a una niña en primera fila. Yo no me di cuenta de nada. Pero la realidad es que sí. Aunque no fui consciente hasta ya muy entrada la madrugada, repasando videos que había hecho con mi móvil desde la grada, vi el momento exacto ante mis ojos”, recuerda.
“Y no puede ser todo más sorprendente y revelador de que”, concluye, “por encima del Boss, de quien me declaro hijo musical incondicional, existe ese otro Big Boss que es en verdad el Padre de todos nosotros, Bruce Springsteen incluido”.
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