domingo, 9 de noviembre de 2025

Muchos pueblos pero una única Madre hermosa


Traducido del sitio Angelus News

El 7 de septiembre, el arzobispo Gómez celebró la misa anual "Una madre, muchos pueblos" en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles. Lo siguiente es una adaptación de su homilía:

"Hoy nos regocijamos como familia de Dios, la Iglesia. Somos muchos pueblos y tenemos una Madre, que es la Madre de Dios, la Madre de Jesús y la Madre de todos los que creemos en su santo nombre.

Hoy también recordamos la fundación de esta gran ciudad de Los Ángeles en nombre de nuestra madre, como la Ciudad de Nuestra Señora de los Ángeles.

Por eso, alabamos hoy al Señor por sus muchas bendiciones y le damos gracias por el testimonio de San Junípero Serra y los misioneros franciscanos que trajeron a Jesucristo y su Evangelio a este Nuevo Mundo.

Fue un grupo valiente y devoto de colonos, misioneros y nativos el que partió de la Misión de San Gabriel hacia lo que hoy es la primera iglesia de La Placita para fundar esta ciudad hace 234 años, esta misma semana, el 4 de septiembre de 1781.

Las primeras familias de Los Ángeles, como sabemos, incluían nativos americanos, africanos, europeos y asiáticos de las islas del Pacífico.

La hermosa diversidad de esas familias fundadoras se refleja en sus familias reunidas aquí hoy.

La familia de Dios en Los Ángeles es un encuentro de culturas y pueblos, que cumple la promesa de la Iglesia primitiva en Jerusalén, la Iglesia de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo descendió sobre hombres y mujeres reunidos de todas las naciones bajo el cielo.

Eso es lo que significa la palabra 'católico': universal, internacional, una familia formada por todas las razas, lenguas, tribus y pueblos hasta los confines de la tierra. Este es el sueño de Dios para su pueblo. Nosotros somos el sueño de Dios para la humanidad.

Hoy, en Los Ángeles y en todo este gran país, necesitamos renovar nuestro compromiso con este hermoso sueño de Dios, necesitamos defender y celebrar esta increíble diversidad de pueblos que llaman a esta tierra su hogar.

Cada uno de nosotros es hermano o hermana de todos los demás. Somos una familia, estamos todos juntos en esto. Somos muchos pueblos y tenemos una sola madre.

Nuestra madre es la Reina del Cielo, nuestro padre es Dios Todopoderoso, el Creador del cielo y de la tierra. Nuestro hermano y salvador es Jesucristo, que gobierna las naciones desde la salida del sol hasta su puesta, ahora y para siempre.

Cuando el ángel le dice hoy a María en el Evangelio: 'No temas', también nos lo dice a ti y a mí.

Vivimos en tiempos turbulentos e inciertos. Pero nada debe asustarnos ni perturbaros porque somos hijos de María. ¡Somos hijos e hijas del Dios altísimo!

¡Jesús sufrió, murió y resucitó de entre los muertos por cada uno de nosotros! Así de valiosos sois para él. ¡Nunca debemos olvidar eso!

Esto es lo que somos, esta es nuestra verdadera identidad. No importa de dónde vengamos, ¡somos hijos de Dios! Jesús nos ama, y su Madre nos ama, con un amor que va más allá de lo que podamos imaginar. 

Nuestra Madre María le dijo al ángel: 'He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra'.

Estas son palabras de fe, palabras de misión; son una promesa a Dios.

María no sabía exactamente lo que significaría su promesa. Lo único que sabía era que quería hacer la voluntad de Dios, quería seguir su plan para su vida, no el suyo propio. No se haga mi voluntad, sino la tuya.

María es nuestra madre celestial y, al igual que nuestras madres terrenales, debemos dejar que sea nuestra maestra.

Nuestra madre nos muestra el camino a seguir, la forma de vivir. María siempre nos lleva a su Hijo, a su palabra, a su plan para nuestras vidas: 'Hágase en mí según tu palabra'.

Jesús es el único camino para nosotros, la única forma de vivir.

Al igual que María, ninguno de nosotros sabe lo que Dios nos pedirá. Pero sí sabemos que si caminamos con Jesús, no tenemos nada que temer. Nada nos será imposible, porque podemos hacer todas las cosas con la fuerza que Él nos da.

¡Pidamos, pues, a nuestra madre que nos mantenga siempre cerca de Jesús!

¡Y pidámosle que nos comprometa más profundamente a amar a nuestros hermanos y hermanas y a llevar a todos los pueblos de la tierra a conocerlo y amarlo!

New World of Faith
Septiembre16, 2024


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