jueves, 18 de septiembre de 2025

Mientras el Rosario sea rezado...

 


Del sitio Rosario Perpetuo por el Mundo:

A menudo medito estas palabras de Santa Teresa del Niño Jesús: "Con el Rosario se puede obtener todo. Según una graciosa comparación, es una larga cadena que une el Cielo y la Tierra: uno de los extremos está en nuestras manos y el otro en las de la Santísima Virgen».

Mientras se recite el rosario, Dios no podrá abandonar el mundo, estoy convencido de ello, porque esta oración es poderosa en su corazón. Es como la levadura que puede regenerar la tierra. La dulce Reina del Cielo no puede olvidar a sus hijos, que sin cesar cantan sus alabanzas. No hay oración más agradable a Dios que el rosario. Por eso la Iglesia nos invita a rezarlo. La fiesta de Nuestra Señora del Rosario fue instituida por Su Santidad el Papa San Pío V en la fiesta de "Nuestra Señora de la Victoria" (1572) en acción de gracias por la victoria de Lepanto.

Lo que el Señor hizo en María por pura gracia, para que se convirtiera en la Madre de su Hijo, lo hizo también por nosotros en el bautismo. En Jesús nos hemos convertido en hijos e hijas amados del Padre, lo que significa que el pecado ya no tiene la última palabra, estamos hechos para amar. La fe es, por tanto, para nosotros un don de Dios, una gracia. Tenemos que dar cada día una respuesta de fe, vivir nuestro peregrinaje de fe en medio de las alegrías, las penas y las dificultades cotidianas.

En este camino, María es nuestra estrella, nos precede. Podemos tomarla como modelo para crecer y avanzar en la fe. María no se encerró en sus dificultades, en sus preguntas, mantuvo el corazón abierto. Oh no, María no se libró de las dificultades de la vida cotidiana... por eso María puede ayudarnos hoy a entrar en un camino de fe. Con ella, en su nombre, retomando las palabras de San Juan Pablo II, me atrevo a repetirles: "No tengan miedo, no tengan miedo de este mundo, de los acontecimientos, porque Dios no nos deja solos. No sean tímidos, encerrados en sus preguntas, sus dudas legítimas, sus dificultades cotidianas". Porque María nos invita a hacer de nuestra vida, no un repliegue sobre nosotros mismos, sino un don a Dios y a nuestros hermanos.

María conoció este mundo duro al pie de la cruz, ella estaba allí de pie. Dios siempre elige lo que es pequeño y débil en el mundo, como eligió a María, para hacer grandes cosas. Aunque, de manera visible, vemos con bastante frecuencia cómo triunfan el odio y la violencia a través de lo que nos hacen percibir algunos medios de comunicación, sin embargo, la mirada de fe sobre los acontecimientos debe permitirnos constatar que siempre y siempre se alzarán voces para proclamar los derechos de los pequeños y los frágiles.

En Fátima (Portugal), la Virgen María declarará a los tres niños: "Soy Nuestra Señora del Rosario. He venido para exhortar a los fieles a rezar el rosario todos los días, a hacer penitencia por sus pecados y a cambiar de vida"... ¡Ojalá cada uno de nosotros escuche la llamada, la petición de la Virgen María!

Padre J. Martin


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