Del sitio Church Pop:
"Los milagros existen y yo soy testigo de ellos"
A los 15 años, Daniel Manzo resultó gravemente herido mientras jugaba con fuegos artificiales. Su cara presentaba quemaduras de segundo y tercer grado. A pesar de ello, su recuperación fue completa y ahora no tiene cicatrices.
En Instagram, publicó un video en el que compartió este trágico momento y dijo que siempre sintió la presencia de la Virgen María.
"En la madrugada del 2 de enero de 2012, mientras un amigo y yo jugábamos con fuegos artificiales en la calle, uno de ellos en vez de ir hacia arriba explotó en el suelo, quemándome toda la cara".
"En el hospital, el médico me dijo que tenía que comprobar que las retinas de mis ojos no se habían quemado, porque si lo hubieran hecho, nunca podría volver a ver. Gracias a Dios, como pude cerrar los ojos antes de la explosión, salvé la vista. Pero, dada la gravedad de la explosión, también deberían haberme hecho radiografías para asegurarse de que no me había roto el pómulo".
"Iba a hacerme las radiografías cuando una enfermera me preguntó si conocía el credo. Entre el susto y el dolor, le dije: 'Sí, pero la verdad es que no recuerdo cómo empieza'. Y empezó: 'Creo en un solo Dios', la seguí y recé".
"Al cuarto día de estar en el hospital, abrí el ojo derecho y pude ver a mi padre y a mi madre discutiendo. Se culpaban mutuamente de lo ocurrido. Fue entonces cuando les interrumpí y les dije que ninguno de los dos tenía la culpa".
Daniel sabía que había sido culpa suya. Su madre, con los ojos llenos de lágrimas, le dijo que estaba contenta de la fe que tenía el joven en esta dolorosa situación.
"Entonces le pregunté: '¿Por qué mi fe?' Él respondió: 'Porque he visto cómo rezas. La verdad es que yo nunca rezaba en voz alta, pero siempre tenía a mi lado una imagen de la Virgen de Schoenstatt. Así que le volví a preguntar: 'Dame un ejemplo', y me dijo: 'Cuando íbamos a hacer las radiografías te pusiste a rezar'".
"Fue entonces cuando me acordé de la enfermera y le dije: 'Claro, la enfermera me lo pidió'. Y mi madre me preguntó: 'Daniel, ¿qué enfermera? (...) no había enfermera, empezaste a recitar el credo tú solo'. Entonces le dije: 'Mamá, pero si ni siquiera sé cómo empieza'".
En ese momento, Daniel se volvió hacia la imagen de la Virgen y pareció sonreírle.
"Me di cuenta de que durante mi accidente mis dos madres siempre me habían acompañado".
Después de 15 días, el joven salió del hospital y dijo que éste es un ejemplo de que los milagros son reales.
"Los milagros existen y yo soy testigo de ellos, y no les pido que compartan el vídeo, ni mucho menos, sino que cuenten esta historia para que este afortunado y desafortunado suceso ayude a concienciar a las personas que están perdiendo la fe. Necesitan saber que (...) nunca están solos".
El testimonio de Daniel caló hondo en muchos usuarios y el vídeo ya ha superado los 132.000 likes. Muchos dejaron mensajes de apoyo y relataron experiencias similares, en las que sintieron la presencia de Dios o de la Virgen en momentos de crisis.
"Me pasó exactamente lo mismo en un accidente de coche en una carretera comarcal. El conductor de un tractor se quedó dormido y me golpeó muy fuerte. Mientras estaba en el hospital, me preguntaron cómo había sacado mis cosas del coche. Respondí que la señora que estaba allí me ayudó mucho, diciéndome que me lo tomara con calma, que estaba bien, que saliera del coche que estaba lleno de gasolina y podía explotar. Me contestaron que allí sólo estábamos el otro conductor y yo. No había nadie más" 🙏🏻💖'.
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