Adaptado del sitio Club Medj:
¡Fui a Medjugorje como si fuera una turista!
Dado que ya había planeado ir a la Jornada Mundial de la Juventud y que dudaba mucho de la veracidad de las apariciones que se remontaban a más de 20 años y que la Virgen no me llamaba particularmente la atención, fui a Medjugorje en julio de 2005, como turista, empujada por un amigo.
Inmediatamente me llamó la atención el intenso y continuo clima de oración que había en ese lugar. Hace dos años me di cuenta de que Dios estaba vivo y que me amaba; pero en Medj descubrí hasta qué punto María, llena del Espíritu Santo, es mediadora de toda gracia. Su intercesión toca al Señor, el cual accede a nuestras peticiones.
Cuando fui testigo de una aparición, me sentí protegida y envuelta en el manto de mi santa patrona y ¡ya no tuve dudas sobre las visitas diarias a la tierra de la Madre de Dios!
Las cinco armas —Rosario, Biblia, Misa, confesión y ayuno— me aportaron fuerzas espirituales muy efectivas y, gracias a mucho abandono al Señor, ahora tengo la fuerza y el gozo para dar testimonio a mi familia, a mis amigos y en la Jornada Mundial de la Juventud, ¡de la alegría de ser cristiana!
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