Del sitio Catholic 365:
¿Alguna vez un protestante le ha acusado de idolatría porque venera a la Santísima Madre? O le han dicho algo como "Yo voy directamente a Dios cuando rezo. No necesito que María rece por mí".
La veneración de Nuestra Señora es definitivamente una parte de la fe católica con la que los protestantes tienen problemas y frecuentemente el "Ave María" es un punto particular de discordia. Nos acusan de utilizar palabras que sólo deberían dirigirse a Dios o que no se encuentran en las Escrituras.
Pero, en realidad, el Ave María, casi palabra por palabra, procede del Nuevo Testamento; y la mayoría de las palabras de esta oración vienen directamente de la boca de ángeles, apóstoles y santos judíos.
Si usted u otras personas que conoce tienen dificultades para entender por qué los católicos rezan esta oración, la siguiente información puede serle útil. Es una breve explicación de dónde proviene cada parte del Ave María en las Escrituras y qué significa.
Primera parte:
Palabras de la oración: "Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo".
Referencia bíblica: "Y acercándose a ella, le dijo: '¡Salve, favorecida! El Señor está contigo" (Lucas 1:28).
Explicación: El ángel Gabriel saluda a María con un "¡Salve!". Este es un saludo típicamente reservado para la realeza y sirve como presagio del papel de María como Madre de un Rey - en este caso, el Rey del Cielo. A continuación, Gabriel la llama "predilecta" (también traducido como "llena de gracia") y a quien el Señor tiene presente. Es una confirmación de la presencia única de Dios en María, una presencia de Gracia y Amor.
Cuando rezamos el Ave María, estamos imitando este saludo del propio ángel de Dios y afirmando la realidad de su papel único en la historia de la salvación.
Segunda parte
Palabras de la oración: "Bendita tú eres entre todas las mujeres".
Referencia bíblica: "Isabel, llena del Espíritu Santo, clamó a gran voz y dijo: "Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre". (Lucas 1:42)
Explicación: Las palabras de Isabel están inspiradas por el Espíritu Santo. Por eso podemos decir que este hermoso saludo es agradable a Dios y una forma apropiada de dirigirnos a María como criaturas. Sabemos que el fruto del vientre de María es su hijo, Jesús.
Tercera parte
Palabras de la oración: "Santa María, madre de Dios".
Referencia bíblica: "¿Cómo me sucede esto, que la madre de mi Señor venga a mí?". (Lucas 1:43)
Explicación: Esta siguiente aclamación de Isabel, llena del Espíritu, nos muestra que María es madre no sólo de la naturaleza humana de Jesús, sino de Jesús mismo, el Hijo de Dios, la Segunda Persona de la Trinidad. Ella es la Madre de Dios porque es la madre de Jesús, y Jesús es Dios. Dios eligió concederle este honor; no tuvo que hacerlo. Por eso Isabel, y nosotros mismos, podemos llamar con razón a María "santa" y "Madre de Dios".
Cuarta parte
Palabras de la oración: "Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén".
Referencia bíblica: "Confesaos unos a otros vuestros pecados y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración ferviente de un justo es muy poderosa". (Santiago 5:16)
Explicación: Santiago dice a sus compañeros cristianos que oren unos por otros y que las oraciones de una persona justa tienen gran poder. Si eso es cierto, entonces tenemos que considerar lo siguiente: ¿quién es la persona más justa que caminó sobre la tierra, además de Jesús el Dios-hombre? Sabemos que es la mujer a quien tanto los ángeles como los hombres se dirigen como "favorecida" y "bendita". La mujer que llevó en su vientre al Hijo de Dios.
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