viernes, 31 de enero de 2025

Lo Santos y el Rosario: Don Bosco, la serpiente y el Rosario

 


Del sitio Boletín Salesiano On Line:

El 20 de agosto de 1862, después de rezadas las oraciones de la noche y de dar unos avisos relacionados con el orden de la casa, dijo don Bosco:

– Quiero contaros un sueño que tuve hace algunas noches. (Tal vez se trate de la precedente a la festividad de la Asunción de María Santísima).

Soñé que me encontraba en compañía de todos los jóvenes en Castelnuovo de Asti, en casa de mi hermano. Mientras todos hacían recreo, vino hacia mí un desconocido y me invitó a acompañarle. Le seguí y me condujo a un prado próximo al patio y allí me señaló entre la hierba una enorme serpiente de siete u ocho metros de longitud y de un grosor extraordinario. Horrorizado al contemplarla, quise huir.

– No, no, me dijo mi acompañante; no huya; venga conmigo y vea.

– ¿Y cómo quiere, respondí, que yo me atreva a acercarme a esa bestia?

– No tenga miedo, no le hará ningún mal; venga conmigo.

– ¡Ah! exclamé; no soy tan necio como para exponerme a tal peligro.

– Entonces, continuó mi acompañante, aguarde aquí.

Y seguidamente fue en busca de una cuerda y con ella en la mano volvió junto a mí y me dijo:

– Tome esta cuerda por una punta y sujétela bien; yo agarraré el otro extremo y me pondré en la parte opuesta y así la mantendremos suspendida sobre la serpiente.

– Y después?

– Después la dejaremos caer sobre su espina dorsal.

– ¡Ah! No; por favor. ¡Ay de nosotros si lo hacemos! La serpiente saltará enfurecida y nos despedazará.

– No, no; déjeme a mí, añadió el desconocido, yo sé lo que me hago.

– No, de ninguna manera; no quiero hacer una experiencia que me pueda costar la vida. Y ya me disponía a huir. Pero él insistió de nuevo, asegurándome que no había nada que temer; que la serpiente no me haría el menor daño. Y tanto me dijo, que me quedé donde estaba, dispuesto a hacer lo que me decía. El, entretanto, pasó al otro lado del monstruo, levantó la cuerda y con ella dio un latigazo sobre el lomo del animal. La serpiente dio un salto volviendo la cabeza hacia atrás para morder el objeto que la había herido, pero en lugar de clavar los dientes en la cuerda, quedó enlazada en ella como por un nudo corredizo. Entonces el desconocido me gritó:

– Sujete bien la cuerda, sujétela bien, que no se le escape. Y corrió a un peral que había allí cerca y ató a su tronco el extremo que tenía en la mano; corrió después hacia mí, tomó la otra punta y fue a amarrarla a la reja de una ventana de la casa. Entretanto la serpiente se agitaba, movía furiosamente sus anillos y daba tales golpes con la cabeza y anillos en el suelo, que sus carnes se rompían saltando a pedazos a gran distancia. Así continuó mientras tuvo vida; y, una vez que hubo muerto, no quedó de ella más que el esqueleto descarnado.

Entonces, aquel mismo hombre desató la cuerda del árbol y de la ventana, la recogió, formó con ella un ovillo y me dijo:

– ¡Preste atención!

Metió la cuerda en una caja, la cerró, y después de unos momentos, la abrió. Los jóvenes habían acudido a mi alrededor. Miramos el interior de la caja y quedamos maravillados. La cuerda estaba dispuesta de tal manera que formaba las palabras: ¡Ave María!

– Pero ¿cómo es posible?, dije. Tú metiste la cuerda en la caja a la buena de Dios y ahora aparece de esa manera.

– Mira, dijo él; la serpiente representa al demonio y la cuerda el Ave María, o mejor, el Rosario, que es una serie de Ave María con el cual, y con las cuales se puede derribar, vencer, destruir a todos los demonios del infierno.

– Hasta aquí, concluyó don Bosco, llega la primera parte del sueño. Hay otra segunda parte más interesante para todos. Pero ya es tarde y por eso la contaremos mañana por la noche. Entretanto, tengamos presente lo que dijo mi amigo respecto al Ave María y al Rosario. Recémosla devotamente ante cualquier asalto de la tentación, seguros de que saldremos siempre victoriosos. ¡Buenas noches!

Al llegar aquí séanos permitido hacer algún comentario, ya que don Bosco no dió ninguna interpretación a esta escena.

El peral que aparece en el sueño es el mismo al que don Bosco niño amarrara una cuerda asegurando el otro extremo de la misma a otro árbol poco distante, para entretener con juegos de destreza a sus paisanos, obligándoles de esta manera a escuchar sus lecciones de catecismo. Nos parece poder comparar este peral con aquel árbol del cual se lee en el "Cantar de los Cantares", capítulo II, versículo 3: Sicut malus inter ligna silvarum, sic dilectus meus inter filios. (Como el manzano entre los árboles silvestres, así mi Amado entre los mozos). El comentarista Tirino y otros renombrados intérpretes de la Sagrada Escritura hacen notar que el manzano representa aquí a cualquier árbol frutal. Dicha planta, productora de una sombra agradable y salutífera, es símbolo de Jesucristo, de su cruz, de la virtud de la cual dimana la eficacia de la oración y la seguridad de la victoria. ¿Será éste el motivo por el que un extremo de la cuerda, fatal para la serpiente, fue atada al peral? Y la otra punta, amarrada al enrejado de la ventana, podría simbolizar que al morador de aquella casa y a sus hijos les había sido confiada la misión de propagar el Rosario por todas partes.

Así parece que lo comprendió don Bosco.

En I Becchi instituyó la fiesta anual del Santo Rosario; quiso que los alumnos de sus casas rezasen todos los días la tercera parte del mismo; en sus pláticas y mediante la publicación de numerosos folletos, procuró resucitar esta devoción en el seno de la familia. Defendía siempre que el Rosario era un arma capaz de proporcionar la victoria, no sólo a los individuos, sino a toda la Iglesia. Por eso sus discípulos publicaron todas las encíclicas de León XIII sobre esta oración tan del agrado de María; y con el Boletín Salesiano animaron al cumplimiento de los deseos del Vicario de Jesucristo.

Reverendísimo Padre (don Miguel Rúa):

            A mi regreso a Roma, después del Congreso Eucarístico de Nápoles, veo con mucho agrado que la exhortación dirigida a los párrocos en el Boletín Salesiano comienza a producir sus frutos. Doy por ello las gracias a V.S. Rdma. y le aseguro que ha realizado una obra muy grata al Santo Padre, el cual desea muchísimo se mantengan vivas sus encíclicas sobre el Rosario mediante la creación de la Cofradía del mismo título.

            A los sentimientos de gratitud, añado además una súplica; y es que, de cuando en cuando, renueve con breves líneas su recuerdo a párrocos y rectores de iglesias, para que el olvido no les haga perder de vista la fundación de la Cofradía del Santo Rosario.

            Dios ayude siempre a V.S. Rdma. de quien me profeso.

            Seguro servidor en Jesús y María.

            Roma, Palacio del Santo Oficio. 27 de noviembre de 1891.
           
Fr. VICENTE LEON SALLUA
            Arzobispo de Calcedonia

Al día siguiente, 22 de agosto, le rogamos insistentemente que si no quería hacerlo en público, al menos nos contase en privado la segunda parte del sueño. Se resistía a condescender con nuestros deseos, más después de reiteradas súplicas accedió y nos aseguró que por la noche continuaría el relato. Así lo hizo. Rezadas las oraciones, continuó:

– Dadas vuestras continuas peticiones, narraré la segunda parte del sueño. Si no todo, al menos os diré lo que puedo referiros. Pero antes es necesario que os ponga una condición, a saber, que nadie escriba ni diga fuera de casa lo que voy a contar. Comentadlo entre vosotros, tomadlo a risa si queréis, haced lo que os plazca, pero sólo entre vosotros.

Mientras hablábamos aquel personaje y yo, sobre el significado de la cuerda y de la serpiente, me volví hacia atrás y vi algunos jóvenes que recogían pedazos de carne de la serpiente y se los comían. Entonces les grité inmediatamente:

– Pero ¿qué es lo que hacéis? ¡Estáis locos! ¿No sabéis que esa carne es venenosa y que os hará mucho daño?

– No, no, me respondían los muchachos; está muy buena.

Pero, después de haberla comido, caían al suelo, se hinchaban y se tornaban duros como una piedra. Yo no sabía qué hacer, porque a pesar de aquel espectáculo, cada vez era mayor el número de los que comían de aquellas carnes. Yo gritaba a uno y a otro; daba bofetadas a éste, un puñetazo a aquél, intentando impedir que comiesen; pero era inútil. Aquí caía uno, mientras allá comenzaba otro a comer. Entonces llamé a los clérigos en mi auxilio y les dije que se mezclasen entre los jóvenes y se industriasen de manera que ninguno comiese aquella carne. Mi orden no tuvo el efecto deseado, sino que algunos de los mismos clérigos se pusieron también a comer carne de la serpiente y cayeron al suelo igual que los demás. Yo estaba fuera de mí, al ver a mi alrededor a tan gran número de muchachos tendidos por tierra en el más miserable de los estados.

Me volví entonces al desconocido y le dije:

– Pero ¿qué quiere decir eso? Estos jóvenes saben que esa carne les ocasiona la muerte, y con todo la comen. ¿Cuál es la causa?

El me contestó: -Ya sabes queanimalis homo non percipit ea quae Dei sunt: (el hombre animal no capta las cosas del espíritu de Dios 1 Corintios 2,14)

– Pero no hay remedio para que esos jóvenes vuelvan en sí?

– Sí, que lo hay.

– Y cuál sería?

– No hay otro más que el yunque y el martillo.

– El yunque? ¿El martillo? ¿Y cómo hay que emplearlos?

– Hay que someter a los jóvenes a la acción de entrambos instrumentos.

– Cómo? ¿Acaso debo colocarlos sobre el yunque y luego golpearlos con el martillo?    

Entonces aquél explicando su pensamiento, dijo:

– Mira: el martillo significa la Confesión; el yunque, la Comunión; hay que usar estos dos medios. Puse manos a la obra y comprobé que los indicados eran unos remedios eficacísimos, mas no para todos. Muchísimos recuperaban la vida y curaban, pero el remedio era inútil para algunos. Estos son los que no se confesaban bien.

Cuando los jóvenes se retiraron a los dormitorios -continúa Provera-, pregunté a don Bosco por qué su orden a los clérigos, para que impidiesen a los muchachos comer la carne de la serpiente, no había conseguido el efecto deseado. Y me respondió:

– No todos obedecieron; por el contrario, vi a algunos de los clérigos, como ya dije, que también comían de aquella carne. 

Estos sueños representan, en resumidas cuentas, la realidad de la vida. Con las palabras y con los hechos don Bosco refleja el estado interior de una, de cien comunidades en las que, en medio de grandes virtudes, también existen miserias humanas. Y no hay que maravillarse de ello, tanto más que el vicio, por su propia naturaleza, tiende a expandirse más que la virtud, de donde nace la necesidad de una vigilancia continua.

Alguien podrá objetar que habría sido más conveniente atenuar u omitir alguna descripción un tanto enojosa, pero nuestro parecer no es el mismo. Si la historia ha de cumplir su noble oficio de maestra de la vida, debe describir el pasado tal y como fue en realidad, para que las generaciones futuras puedan animarse ante el ejemplo del fervor y de la virtud de los que les precedieron y, al mismo tiempo, conocer sus faltas y errores, deduciendo de ellos la prudencia con que debe regular los propios actos. Una narración que sólo presentase un lado de la realidad histórica, conduciría irremisiblemente a un falso concepto de la misma. Errores y defectos, repetidas veces cometidos, al no ser reconocidos como tales, volverían a ser causa de nuevas transgresiones sin gran esperanza de enmienda. Una mal entendida apología de nada sirve a los benévolos, ni convierte a los mal dispuestos; en cambio, una franqueza ilimitada engendra crédito y confianza.

Por tanto, nosotros, al exponer nuestra manera de pensar diremos, además, que don Bosco dio al sueño las explicaciones más adecuadas para las inteligencias de los jóvenes, dejando entrever otras de no menor importancia. No las presentó con toda claridad, porque no creyó llegado el momento oportuno para hacerlo. En efecto: vemos que en lo sueños habla no solamente del presente, sino también del porvenir lejano, como sucede en el de la Rueda y en otros que iremos exponiendo. Las carnes podridas del monstruo no podrían significar el escándalo que hace perder la fe; ¿la lectura de los libros inmorales, irreligiosos? ¿Qué indican la desobediencia al Superior, la caída al suelo, la hinchazón, la dureza de los miembros, sino la culpa, la soberbia, la obstinación en el mal, la malicia?

El veneno es el mismo con que ha contaminado aquella comida maldita el dragón descrito por Job en el capítulo XLI, que aseguran los Santos Padres ser figura de Lucifer. El versículo 15 de dicho capítulo, dice así: Su corazón es duro como roca. Y así se trueca el corazón de los miserables envenenados en rebelde y obstinado en el mal. -Y cuál será el remedio contra tal dureza? Don Bosco emplea un símbolo un tanto oscuro, pero que señala un remedio sobrenatural. A nosotros se nos ocurre esta explicación: es necesario que la gracia preveniente, obtenida mediante la oración y con los sacrificios de los buenos, encienda los corazones endurecidos y los haga maleables; se necesita que los dos sacramentos, es decir, el martillo de la humildad que golpea y el yunque de la eucaristía sobre el que recibe una forma constante y artística, para ser después enfriado, ejerzan su eficacia divina y concurran a realizar la obra de templar un corazón llagado y dócil a la par. Será entonces cuando éste, rodeado de un nimbo de espléndidos rayos de luz, vuelva a ser lo que fuera en otro tiempo.

Así expresada nuestra idea, volvemos a las crónicas. Con la protección de María Santísima, don Bosco estaba seguro de recibir y vencer los ataques del enemigo infernal y, en consecuencia, preparaba a sus alumnos para la fiesta de la Natividad de la Madre de Dios. El 29 de agosto dio la primera florecilla y otras cinco en las noches sucesivas. Bonetti las escribió.

            1.ª Hagamos todo un esfuerzo para pasar esta novena sin cometer pecado alguno, ni mortal ni venial,

            2.ª Dar un buen consejo a un amigo. En la noche siguiente lo dio él a todos en general y dijo que nos hiciésemos generosa violencia para corregir nuestros malos hábitos mientras somos jóvenes; y que tuviésemos con los superiores gran confianza, lo mismo para las cosas del alma que para las cosas del cuerpo.

            3.ª Pensar si sería bueno hacer una confesión general, y esto para los que aún no la han hecho; los que ya la hicieron, rezar un acto de contrición por todos los pecados de la vida pasada.

            4.ª Nos contó lo que una vez dijo don José Cafasso a un comerciante que le preguntó qué era lo que más le gustaba a la Virgen. Replicóle él:

            – Qué es lo que más gusta a las madres?

            El otro contestó:

            – A las madres les gusta mucho que se acaricie a sus hijos.

            – Bravo, respondió don José Cafasso, has contestado bien; si, por tanto, quieres hacer algo muy agradable a la Virgen, haz muchas caricias a su Divino Hijo Jesús; primero, con una santa comunión, y después, teniendo lejos de tu corazón toda clase de pecado, aunque sólo sea venial. Así dijo don José Cafasso y lo mismo os digo yo a vosotros.

jueves, 30 de enero de 2025

Nuestra arma mariana contra la 'desorientación' del mundo


Del sitio María de Nazareth:

La decadencia que existe en el mundo es sin duda consecuencia de la falta de oración. Previendo esta desorientación, la Virgen recomendó con mucha insistencia el rezo del Rosario.

Y como el Rosario es, después de la santa liturgia eucarística, la oración más adecuada para preservar la fe en las almas, el Diablo ha desatado su lucha contra él. Lamentablemente, hoy vemos los desastres que ha causado.

No podemos ni debemos detenernos ni permitir, como dice Nuestro Señor, que los hijos de las tinieblas sean más astutos que los hijos de la luz. El Rosario es el arma más poderosa para defendernos en el campo de batalla.

Extracto de una carta de la hermana Lucía de Fátima a un sacerdote 
26 de noviembre de 1970

miércoles, 29 de enero de 2025

El Rosario a la Preciosa Sangre de Cristo

 

Del sitio Aleteia:

En los momentos de nuestra vida en los que no sentimos el amor de Dios, lo más beneficioso es reflexionar sobre la crucifixión de Jesús y su Sangre Preciosísima.

Una forma de entrar la Pasión de Jesús es reflexionar sobre las heridas que sufrió y la Sangre que derramó debido a ellas.

En aquellos momentos de nuestra vida en los que no sentimos el amor de Dios, lo más beneficioso para nosotros es reflexionar sobre la crucifixión de Jesús y todas las heridas que sufrió por su amor hacia nosotros.

Eso nos refresca la memoria sobre el gran dolor que soportó Jesús y la profundidad de su amor.

Esto se trata de una antigua devoción en la Iglesia, una que tiene sus orígenes en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, en la Primera Carta de san Juan leemos:"Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado".1 Juan 1,7

A continuación presentamos una breve guía de la hermosa devoción a la Pasión de Jesús que se llama "Rosario a la Preciosa Sangre de Cristo". Contiene poderosas oraciones que se pueden rezar con un rosario normal.

En la primera cuenta grande, recita el Credo de los Apóstoles:

Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.

A continuación, recita la siguiente oración:

Que la Preciosa Sangre que brota de la sagrada cabeza de nuestro Señor Jesucristo nos cubra ahora y siempre. Amén.

Por cada década de las cuentas, hay una herida diferente de Jesús para reflexionar.

1. La mano derecha de nuestro Señor Jesús es clavada

Recita la siguiente oración:

Por la preciosa llaga de tu mano derecha y por el dolor causado por el clavo que la atravesó la Preciosa Sangre que brota de ella salve a los pecadores del mundo y convierta muchas almas. Amén.

Permanece en la misma cuenta y reza un Padre Nuestro y un Avemaría.

A continuación, en las cuentas pequeñas reza:

"Sangre Preciosa de Jesucristo, sálvanos a nosotros y al mundo entero".

Al final de cada década repite "Gloria":

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

2. La mano izquierda de nuestro Señor Jesús es clavada

Recita la siguiente oración:

Por la preciosa llaga de tu mano izquierda y por el dolor causado por el clavo que la atravesó la Preciosa Sangre que brota de ella libere almas del purgatorio y proteja a los moribundos de los ataques de los espíritus infernales. Amén.

Repite la misma secuencia como en el primer misterio.

3. El pie derecho de nuestro Señor Jesús es clavado

Recita la siguiente oración:

Por la preciosa llaga de tu pie derecho y por el dolor causado por el clavo que lo atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella cubra los cimientos de la Iglesia católica contra los planes del reino oculto y los hombres malignos. Amén.

Repite la misma secuencia como en el primer misterio.

4. El pie izquierdo de nuestro Señor Jesús es clavado

Recita la siguiente oración:

Por la Preciosa Sangre de tu pie izquierdo y por el dolor causado por el clavo que atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella nos proteja en todos nuestros caminos de los planes y ataques de los espíritus malignos y sus agentes. Amén.

Repite la misma secuencia como en el primer misterio.

5. El sagrado costado de nuestro Señor Jesús es traspasado

Recita la siguiente oración:

Por la preciosa llaga de tu sagrado costado y por el dolor causado por la lanza que lo traspasó, la Preciosa Sangre y agua que brotan de ella sane a los enfermos, resucite a los muertos, solucione nuestros problemas presentes y nos enseñe el camino hacia nuestro Dios para la Gloria eterna. Amén.

Repite la misma secuencia como en el primer misterio.

Cuando llegues al final del rosario, reza estas oraciones:

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo, te honramos, te alabamos y te adoramos por tu obra de eterna alianza que trae paz a la humanidad. Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús. Consuela al Padre todopoderoso en su trono, y lava los pecados del mundo entero. Que todos te reverencien, oh Preciosa Sangre, ten misericordia. Amén.

Sacratísimo Corazón de Jesús, ten misericordia de nosotros.
Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros.
San José, esposo de María, ruega por nosotros.
Santos Pedro y Pablo, rueguen por nosotros.
San Juan al pie de la Cruz, ruega por nosotros.
Santa María Magdalena, ruega por nosotros.
Todos los grandes santos de nuestro Señor, rueguen por nosotros.

martes, 28 de enero de 2025

En la Biblia ¿dónde está el Ave María?


 Del sitio Catholic 365:

¿Alguna vez un protestante le ha acusado de idolatría porque venera a la Santísima Madre? O le han dicho algo como "Yo voy directamente a Dios cuando rezo. No necesito que María rece por mí".

La veneración de Nuestra Señora es definitivamente una parte de la fe católica con la que los protestantes tienen problemas y frecuentemente el "Ave María" es un punto particular de discordia. Nos acusan de utilizar palabras que sólo deberían dirigirse a Dios o que no se encuentran en las Escrituras.

Pero, en realidad, el Ave María, casi palabra por palabra, procede del Nuevo Testamento; y la mayoría de las palabras de esta oración vienen directamente de la boca de ángeles, apóstoles y santos judíos.

Si usted u otras personas que conoce tienen dificultades para entender por qué los católicos rezan esta oración, la siguiente información puede serle útil. Es una breve explicación de dónde proviene cada parte del Ave María en las Escrituras y qué significa. 

Primera parte:

    Palabras de la oración: "Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo".

    Referencia bíblica: "Y acercándose a ella, le dijo: '¡Salve, favorecida! El Señor está contigo" (Lucas 1:28).

    Explicación: El ángel Gabriel saluda a María con un "¡Salve!". Este es un saludo típicamente reservado para la realeza y sirve como presagio del papel de María como Madre de un Rey - en este caso, el Rey del Cielo. A continuación, Gabriel la llama "predilecta" (también traducido como "llena de gracia") y a quien el Señor tiene presente. Es una confirmación de la presencia única de Dios en María, una presencia de Gracia y Amor.

    Cuando rezamos el Ave María, estamos imitando este saludo del propio ángel de Dios y afirmando la realidad de su papel único en la historia de la salvación.

Segunda parte

    Palabras de la oración: "Bendita tú eres entre todas las mujeres".

    Referencia bíblica: "Isabel, llena del Espíritu Santo, clamó a gran voz y dijo: "Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre". (Lucas 1:42)

    Explicación: Las palabras de Isabel están inspiradas por el Espíritu Santo. Por eso podemos decir que este hermoso saludo es agradable a Dios y una forma apropiada de dirigirnos a María como criaturas. Sabemos que el fruto del vientre de María es su hijo, Jesús.

Tercera parte

    Palabras de la oración: "Santa María, madre de Dios".

    Referencia bíblica: "¿Cómo me sucede esto, que la madre de mi Señor venga a mí?". (Lucas 1:43)

    Explicación: Esta siguiente aclamación de Isabel, llena del Espíritu, nos muestra que María es madre no sólo de la naturaleza humana de Jesús, sino de Jesús mismo, el Hijo de Dios, la Segunda Persona de la Trinidad. Ella es la Madre de Dios porque es la madre de Jesús, y Jesús es Dios. Dios eligió concederle este honor; no tuvo que hacerlo. Por eso Isabel, y nosotros mismos, podemos llamar con razón a María "santa" y "Madre de Dios".

Cuarta parte

     Palabras de la oración: "Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén".

    Referencia bíblica: "Confesaos unos a otros vuestros pecados y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración ferviente de un justo es muy poderosa". (Santiago 5:16)

    Explicación: Santiago dice a sus compañeros cristianos que oren unos por otros y que las oraciones de una persona justa tienen gran poder. Si eso es cierto, entonces tenemos que considerar lo siguiente: ¿quién es la persona más justa que caminó sobre la tierra, además de Jesús el Dios-hombre? Sabemos que es la mujer a quien tanto los ángeles como los hombres se dirigen como "favorecida" y "bendita". La mujer que llevó en su vientre al Hijo de Dios.

 Terri Thomas


lunes, 27 de enero de 2025

Un libro para los que no son marianos

 

Del sitio Fundación Cari Filii:

El cardenal Walter Kasper fue el obispo de Stuttgart (Alemania) de 1989 a 1999 y presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos de 2001 a 2010. Era el hombre al que Benedicto XVI encargó el diálogo con los cristianos no católicos.

Teólogo experto en ecumenismo, en 2018, con 85 años, publicó un librito titulado María, signo de esperanza, con la intención de acercar la Virgen María a los católicos que no son muy marianos, quizá también a los cristianos de otras denominaciones, dando para unos los argumentos e intuiciones del Concilio Vaticano II, y para los otros los pasajes de la Biblia que le parecen más evocadores.

En español es un libro hermosamente ilustrado, de 94 páginas, de la colección "El Pozo de Siquén" de Sal Terrae, que puede ser una buena puerta hacia María para las personas reflexivas, más estéticas que emotivas.

Kasper es muy claro. Recuerda que tanto el calendario litúrgico anglicano como el luterano recoge numerosas fiestas marianas. "Estoy seguro de que si hoy fuera a mi patria, Alemania, y hablara de la Madre de Dios, alguien me diría: 'Este culto a María es una superstición y una desviación del Evangelio'. Mi respuesta a tales reproches es normalmente que yo hablo de María porque la Biblia misma habla de Ella. Yo hablo de la Madre de Dios porque ella está inseparablemente unida al mensaje sobre Jesucristo. María misma ha dicho en el Magnificat: ‘En adelante me felicitarán todas las generaciones’".

Kasper recuerda además que "se puede pecar de dos maneras, por exceso y por defecto" y recuerda que Pablo VI en su exhortación Marialis Cultus de 1974 advirtió ya de ese peligro, y por eso pedía que la espiritualidad mariana fuese teocéntrica, cristocéntrica, basada en la Biblia y en la liturgia. Eso es lo que busca este librito.

María signo de esperanza aborda distintas dimensiones de la Madre de Dios: ella es icono del Evangelio, es hija de Sión, es obediente a la palabra, es Madre de la Iglesia, es Madre de todos los vivientes, y hacia el final del libro, especifica el papel de María en la fe católica, y a María como intercesora que ruega por nosotros.

Para satisfacer al lector que pregunta "dónde está eso en la Biblia" hay todo un índice de citas bíblicas al final, no solo de los Evangelios, también del Antiguo Testamento.

"Ella es como la aurora que anuncia la salida del sol, demuestra que nuestra vida no termina en el abismo de las tinieblas sino que nos lleva hacia la luz que ha brillado definitivamente en Jesucristo", escribe el cardenal Kasper para el prólogo en español. El libro nació de una meditación sobre María en Roma, pero se se editó luego pensando en público de lengua alemana, y finalmente se tradujo a otras lenguas.

Es un libro para ayudar a rezar y por eso incluye el Cántico de María o Magníficat, el Cántico de Alabanza de Ana (del Libro de Samuel), las Bienaventuranzas, el texto de 1 Corintios sobre "Dios ha escogido a los locos del mundo para humillar a los sabios", una versión del Stabat Mater de Lope de Vega, un villancico del Cancionero de Espira de 1599 ("Una rosa ha brotado en un lindo vergel») y finaliza con el antiquísimo himno Sub tuum praesidium ("Bajo tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios").

El texto más curioso del librito son tres páginas de Martín Lutero interpretando el Magníficat: el mismo Lutero admite que el "ánimo y vida íntima" de María "exultan totalmente en el Espíritu". Añade Lutero que "la venerada Virgen María habla por experiencia propia", porque "en este punto ha sido iluminada y enseñada por el Espíritu Santo".

El librito se completa con hermosas ilustraciones: La Madonna con el huso, de Leonardo da Vinci; la Visitación de Giotto; una miniatura del siglo XIII; María, hija de Sion; un detalle de Lorenzo Lotto; la imagen de María Que Desata Los Nudos (advocación alemana que el Papa Francisco ha divulgado), la Madre Dolorosa de Tiziano, la imagen milagrosa de la Virgen de Guadalupe y la Virgen de la Misericordia de El Greco del siglo XVII. La estética, la tradición, la oración y la Palabra de Dios se refuerzan mutuamente en este pequeño volumen qué puede ayudar a la devoción de muchos.

domingo, 26 de enero de 2025

A los 19 años regala la primera joya a María

 

Del sitio Aleteia:

Melchor, en agosto de 2023, aún no había empezado sus estudios de joyería y aún así es el responsable de realizar la corona de la Virgen María en el santuario de Nuestra Señora de Liesse (Francia). Se trata de un reto técnico de gran envergadura, que se dispone a superar, a pesar de algunos contratiempos...

Pierre Corneille hizo decir a Rodrigue: "Para un alma bien nacida, el valor no espera el número de años". Una frase que bien podría aplicarse a Melchor. A sus 19 años, se dispone a realizar un proyecto extremadamente difícil para su joven experiencia: el 15 de agosto de 2024, entregara oficialmente una corona para la Virgen María que él mismo diseñó y construyó.

La historia comienza en agosto de 2023. Melchor, un joven bachiller que participa en un campamento de verano con los Hermanos de san Juan, se dirige a la basílica de Nuestra Señora de Liesse. Habla con el responsable del santuario y se entera de que la corona ha sido robada. La Virgen llevaba una corona de sustitución, pero no era de su agrado. Melchor, que había seguido cursos de joyería desde tercero de bachillerato y estaba a punto de matricularse en la Haute École de Joaillerie de París, se ofreció a hacérsela.

¡Todo un reto para un primer encargo! "La primera mujer que me pidió una joya a medida fue la Virgen María", cuenta divertido a Aleteia. Pronto se puso en contacto con el responsable del santuario, al que convencieron los diseños propuestos por el joven joyero.

El presupuesto para hacer la corona -4 mil euros donados por la parroquia- era ajustado. Pero, milagrosamente, todos los que participaron en el proyecto fueron donantes. Como parte de sus estudios, Melchor está haciendo prácticas de joyería en el taller de Antoine Camus. Cuenta con el apoyo de su jefe, que le deja trabajar en la corona en el taller durante su tiempo libre, utilizar las herramientas, ayudarle con algunos aspectos prácticos, etcétera.

Pero el jefe de Melchor no es el único que se ha mostrado generoso. "Hace unos días vino al taller un comerciante de piedras", cuenta. "Necesitaba lapislázuli, que es una piedra azul opaca. Le pregunté al comerciante si tenía alguna. Resultó que no solo tenía, sino que además eran del tamaño perfecto. Le expliqué al comerciante que iba a utilizarlas para coronar una estatua de la Virgen María, y me dijo: '¡Si es para la Virgen, se las doy! El comerciante me explicó que no era católico, pero que quería regalar las piedras porque la Virgen le había guiñado mucho el ojo últimamente".

Pero eso no es todo. Melchor ha tenido varios guiños - ¿o deberíamos decir guiños a Dios?

"A finales de mayo, el responsable del santuario aprobó el segundo diseño. Entonces me dijeron que había que coronar a la Virgen el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de María", recuerda. Eso le dio dos meses. "Entonces realicé todas las fases de prueba y me di cuenta de que era técnicamente imposible hacer la corona en el plazo previsto".

Pero Melchor no se rindió. Acudió a una vigilia de oración para pedir a la Virgen María un milagro. "Hoy, ya estoy a mitad del proceso de producción, ¡aunque empecé hace tres semanas! Cada vez, las fases de prueba han sido un éxito". Ya ha hecho la base de la corona, que es la diadema, las ramas, los elementos que irán chapados, las piedras, se han fundido algunas cosas… En definitiva, "todos los elementos de la corona. Solo me queda volver a fundirlos, es decir, tratar la superficie de los elementos para poder pulirlos y chaparlos. A este paso, ¡la corona estará lista a tiempo!"

"Este año, 2024, habrá sido el más duro de todos", dice el joven. Pero desde el principio de esta loca aventura, Melchor decidió ponerse bajo la protección de la Virgen María. "Me encomiendo a ella todos los días, […] es gracias al rosario que puedo librar todas mis batallas, es el arma más poderosa contra el Diablo". De la Virgen María dice: "Sus gracias son muy poderosas, ¡por algo es nuestra Madre! Espera incansablemente nuestras oraciones y tiene mucho que darnos".

¡La Providencia no ha escatimado en esta historia! Melchor forma parte de la tercera generación de cantantes de la Académie musicale de Liesse, ya que ingresó en 2016 en la clase Sixième. También ha pasado dos campamentos en el edificio de la Academia. Así que para él, es un lugar que lleva una carga emocional muy especial. Después de haber recibido tanto de la Virgen de la Liesse durante su juventud, Melchor la coronará, como una realización perfecta del camino recorrido: "Se ha forjado un vínculo real con la Virgen de la Liesse desde el inicio del proyecto", asegura. "Esta Virgen es la Virgen de la alegría. Las veces que fui a rezarle, me dio la gracia de la paz frente a todas las preocupaciones que me atormentaban".

Y Melchor cuenta una última anécdota: "Dos meses antes de que me propusieran el proyecto, le recé a la Virgen María así: Virgen María, si quieres que me dedique al arte sacro, dame una señal'". ¡Pide y recibirás!

publicado el 22/06/24

 

sábado, 25 de enero de 2025

Meditando el Rosario: Cuarto Misterio Gozoso: La Presentación de Jesús en el Templo


 Del sitio María Luz Divina:

Veo que de una casita modestísima sale una pareja de personas. 

 Por una escalerita externa baja una jovencísima madre con un niño en brazos envuelto en un lienzo blanco. 

Reconozco a esta Mamá nuestra. Es la misma de siempre: pálida y rubia, grácil y muy fina en todos sus movimientos. Va vestida  de blanco y arropada con un manto azul pálido, cubre su cabeza un velo blanco. Lleva con mucho cuidado a su Niño. 

Al pie de la escalera la está aguardando José al lado de un burrito pardo. José, tanto por lo que se refiere a la túnica como al manto está vestido todo de color marrón claro. Mira a María y le sonríe. Cuando María llega hasta el burrito, José se pasa las riendas del borriquillo al brazo izquierdo y para que María pueda sentarse mejor en la albardilla del asno, toma un momento al Niño, que duerme tranquilo. Luego le vuelve a dar a Jesús y se ponen en camino. 

José va andando al lado de María, sujetando siempre por las riendas al jumento y poniendo cuidado en que éste vaya derecho y sin tropiezos. María tiene a Jesús en el regazo, y, como si tuviera miedo a que cogiese frío, le extiende encima un borde de su manto. Los dos esposos hablan poquísimo, pero se sonríen frecuentemente. 

El camino, que no es ningún modelo de vía, en una campiña desnuda por la estación que corre, se articula en varias direcciones. Algún que otro viajero se cruza con ellos dos, o los alcanza, pero son raros. 

Luego pueden verse algunas casas y unos muros que recintan una ciudad. Los dos esposos entran en ella por una puerta y comienzan el recorrido por la calzada urbana, hecha de adoquines muy separados. El camino es ahora mucho más difícil, ya porque haya un tráfico que en todo momento hace que el burro se detenga, ya porque éste, por las piedras y los agujeros de las piedras que faltan, haga continuamente movimientos bruscos, los cuales incomodan a María y al Niño. 

La calle no es horizontal; sube, aunque ligeramente; es estrecha, entre casas altas de puertecitas estrechas y bajas, de escasas ventanas que dan a la calle. Arriba el cielo se asoma en multitud de listas azules entre unas casas y otras, o más exactamente entre unas terrazas y otras; abajo, en la calle, hay gente y rumor de voces, y se cruzan otras personas a pie o en burros, o llevando jumentos cargados, y otras que van detrás de una caravana de camellos que dificulta el paso. En un momento dado, pasa, con gran ruido de cascos y de armas, una patrulla de legionarios romanos, que desaparece tras un arco que está a caballo de uno y otro lado de una vía muy estrecha y pedregosa. 

José gira a la izquierda y toma una calle más ancha y más bonita. Al fondo de la misma veo el muro almenado que ya conozco. 

María, al llegar a una puerta en que hay una especie de paradero para otros burros, baja del suyo. Digo "paradero" porque es una especie de cabaña grande, o, mejor, de cobertizo, donde hay paja esparcida por el suelo y unos palos con unas argollas para atar a los cuadrúpedos. 

José da algunas monedas a un hombre que ha venido. Con ellas se procura un poco de heno, luego saca un cubo de agua de un pozo tosco que hay en un ángulo y da las dos cosas al burrito. Después se llega de nuevo hasta donde María y ambos entran en el recinto del Templo. 

Se dirigen, primero, hacia un pórtico donde están aquellos a quienes Jesús, pasado el tiempo, pegará egregiamente con un azote, o sea, los vendedores de tórtolas y corderos y los cambistas. José compra dos pichones blancos. No cambia el dinero. Se entiende que tiene ya el que necesita. 

José y María se dirigen hacia una puerta lateral que tiene ocho escalones - creo que también las otras puertas; es como si el cubo del Templo estuviera elevado respecto al resto del suelo -. Ésta tiene un gran atrio, como los portales de nuestras casas de ciudad, pero más vasto y ornado. En él, a la derecha y a la izquierda, hay como dos altares, dos volúmenes rectangulares cuya finalidad de momento no entiendo bien (parecen pilas, poco profundas: la parte interna es más baja, en algunos centímetros, respecto al borde externo).  

Viene un sacerdote — no sé si motu propio o es que José lo ha llamado —. María ofrece los dos pobres pichones, y yo, que comprendo cuál será su suerte, dirijo la mirada a otra parte. Observo la decoración de la recargadísima puerta, del techo y del atrio. Me parece ver con el rabillo del ojo que el sacerdote asperja a María con agua. 

Debe ser agua porque no veo manchas en su vestido. Luego María, que junto con los dos pichones había dado un montoncillo de monedas al sacerdote - me había olvidado de decirlo -, entra con José en el Templo propiamente dicho, acompañada por el sacerdote. 

Miro a todas partes. Es un lugar decoradísimo. Cabezas de ángeles esculpidas y palmas y ornatos se extienden por las columnas, las paredes y el techo. La luz penetra por unas curiosas ventanas alargadas, estrechas, naturalmente sin cristales, y abiertas en diagonal con respecto a la pared. Supongo que será para impedir que entre el agua cuando llueve torrencialmente.

María se adentra hasta un determinado punto en que se detiene. Unos metros más adelante hay otros escalones y encima hay otra especie de altar, tras el cual hay otra construcción.

Ahora me doy cuenta de que no estaba en el Templo, como creía, sino en lo que rodea al Templo propiamente dicho, o sea, al Santo; traspasar su linde, aparte de los sacerdotes, parece que nadie puede hacerlo. Lo que yo creía que era el Templo, por tanto, no es sino un vestíbulo cerrado, que rodea por tres partes al Templo, que custodia el Tabernáculo. No sé si me he explicado bien; de todas formas, yo no soy ni arquitecta ni ingeniera. 

María ofrece el Niño - que se ha despertado y dirige a su alrededor sus ojitos inocentes, con esa mirada de asombro propia de los niños de pocos días -, al sacerdote. Éste lo toma y lo eleva extendiendo los brazos, vuelto hacia el Templo, dando la espalda a esa especie de altar que está encima de aquellos escalones. El rito ha quedado cumplido. La Madre recibe de nuevo al Niño y el sacerdote se marcha. 

Algunos miran curiosos. Entre ellos se abre paso un viejecito que camina encorvado y renco apoyándose en un bastón. Debe ser muy anciano - para mí, sin duda, de más de ochenta años -. Se acerca a María y le solicita por un momento al Pequeñuelo. María, sonriendo, se lo concede, y Simeón - que yo siempre había creído que pertenecía a la casta sacerdotal y que, sin embargo, a juzgar al menos por el vestido, es un simple fiel -, lo toma y lo besa. Jesús le sonríe con ese gesto mimoso, incierto, de los lactantes. Parece que lo observa curioso, porque el viejecillo llora y ríe al mismo tiempo, y sus lágrimas crean todo un bordado de destellos que se insinúa entre las arrugas y que perla su larga barba blanca hacia la cual Jesús tiende sus manitas. Es Jesús, pero es un niñito pequeñín, y todo lo que se mueve delante de Él atrae su atención, y se le antoja cogerlo para entender mejor lo que es. María y José sonríen, como también las otras personas que están presentes, que celebran la hermosura del Pequeñuelo. 

Oigo las palabras del santo anciano y veo la mirada de asombro de José, la mirada emocionada de María, y las de la pequeña multitud (quién se muestra asombrado y emocionado, quién, al oír las palabras del anciano, ríe irónicamente). Entre éstos hay algún barbudo y pomposo miembro del Sanedrín, y menean la cabeza mirando a Simeón con irónica piedad. Deben pensar que ha perdido la razón por la edad. 

La sonrisa de María se difumina en su avivada palidez cuando Simeón le anuncia el dolor. A pesar de que Ella ya lo sepa, esta palabra le traspasa el espíritu. Se acerca más a José, María, buscando consuelo; estrecha con pasión a su Niño contra su pecho, y bebe, como alma sedienta, las palabras de Ana, la cual, siendo mujer, siente compasión de su sufrimiento y le promete que el Eterno le mitigará con sobrenatural fuerza la hora del dolor. 

-Mujer, a Aquel que ha dado el Salvador a su pueblo no le faltará el poder de otorgar el don de su ángel para confortar tu llanto. Nunca les ha faltado la ayuda del Señor a las grandes mujeres de Israel, y tú eres mucho más que Judith y que Yael. Nuestro Dios te dará corazón de oro purísimo para aguantar el mar de dolor por el que serás la Mujer más grande de la creación, la Madre. Y tú, Niño, acuérdate de mí en la hora de tu misión. 

Y aquí me cesa la visión.


viernes, 24 de enero de 2025

Tiene 5 años y quiere llevar a María al colegio


Del sitio Aleteia:

Miguel es un niño brasileño devoto de la Virgen María. Cuando su madre le regaló una mochila con la imagen de Nuestra Señora de Aparecida, ¡nada le hizo más feliz!

Al igual que los demás internautas, la Santísima Virgen debió de sonreír de la ternura al ver a este niño tan feliz al descubrir su nueva mochila escolar. Miguel es un niño brasileño de cinco años, y aunque le apasionan los vaqueros, también es sorprendentemente ferviente.

En un video publicado por su madre en su cuenta de Instagram el 16 de junio pasado, el pequeño Miguel descubre su mochila con la imagen de la Virgen María, y más concretamente de Nuestra Señora de Aparecida, patrona de Brasil.

Su alegría y asombro son simplemente contagiosos. "La Virgen siempre me protege", exclama el pequeño escolar, con los ojos llenos de estrellas, antes de pedir a la Virgen en una oración espontánea: "Dame tu mano, guarda mi corazón". Luego, dirigiéndose a su madre, le dijo: "Mamá, ¿no es preciosa la Virgen?".

En Brasil, la mayoría de la población es católica y la devoción a la Virgen María es especialmente intensa, hasta el punto de que ha sido proclamada patrona del país. Incluso tiene su propio santuario en Aparecida do Norte, al sur de Sao Paulo, donde acuden miles de peregrinos cada año. La Virgen está representada con una gran corona roja y un pesado manto azul bordado en blanco y oro. Los brasileños le tienen mucho cariño y la celebran todos los años el 12 de octubre, mes en el que los católicos de todo el mundo celebran el rosario.

jueves, 23 de enero de 2025

En Medjugorge todo es posible

 


Del sitio National Catholic Report:

Vienen de todo el mundo para rendir homenaje a Nuestra Señora de Medjugorje: apariciones, dicen los testigos, de la Virgen María, la madre de Jesús, que comenzaron en junio de 1981.

Seis niños -ahora adultos- dicen haber visto las apariciones. Desde entonces, un millón de peregrinos acuden cada año a este santuario mariano, situado en un pueblo a 16 millas al suroeste de la ciudad de Mostar, en Bosnia-Herzegovina.

Cuando viajé a Medjugorje, a principios de diciembre, acompañado por las Hnas. Adriana Galić y Jelena Hrkać, Hermanas Escolares de San Francisco de Cristo Rey en Mostar, el día estaba húmedo y nublado, creando una impresión algo gris. Sólo unos pocos peregrinos paseaban por el recinto. 

Aun así, pasar una tarde en Medjugorje es sentirse conectado con el espíritu y las posibilidades de la presencia de Dios, algo que celebrar ahora que los cristianos se acercan a la Pascua.

Religiosos y religiosas hablan de la calidad especial de lo que llaman espiritualidad de Medjugorje. "Medjugorje es de gran importancia para la vida de la Iglesia aquí", dijo el franciscano Fr. Svetozar Kraljević en Mostar. "Significa mucho para los católicos en muchos sentidos. Hay una chispa de lo que podría ser: el deseo del ser humano de cumplir sueños."

"Te encuentras contigo mismo de una manera nueva", dijo Galić. 

El Vaticano no ha afirmado ni descartado los informes de apariciones o milagros en Medjugorje. El papa Francisco autorizó en 2019 a las organizaciones católicas a organizar peregrinaciones allí, pero dijo que las supuestas apariciones necesitaban más investigación. Los resultados de una comisión vaticana que el Papa Benedicto XVI formó en 2010 para investigar las afirmaciones no se han hecho públicos.  

Una de las hermanas que habla de las múltiples dimensiones de la experiencia de Medjugorje es Sor Janja Boras, de 75 años, que también es Hermana Escolar de San Francisco de Cristo Rey en Mostar.

Ella cree que las peregrinaciones a Medjugorje están marcadas en gran parte por "milagros más espirituales que físicos", siendo el lugar un sitio de confesión y renovación para los muchos peregrinos que visitan la aldea en la cima de la colina.

Ella describe la espiritualidad de Medjugorje como una mezcla de ayuno, oración, deseo de reconciliación y búsqueda de la paz.

En los seminarios que dirige para los feligreses de Mostar, la hna. Ljilja Pehar, también de las Hermanas Escolares de San Francisco de Cristo Rey, dijo que las conexiones entre la espiritualidad, el ayuno, la oración y el silencio se hacen todas en la conciencia "de que la plenitud de la alegría es sólo la que Dios puede proporcionar".

Eso resuena en todas las experiencias vitales de las hermanas que trabajan y viven en las proximidades de Medjugorje.

Ese es ciertamente el caso de Boras, quien dijo que su propio sentido de llamada se ha profundizado por sus experiencias con Medjugorje. "Aunque soy monja y cristiana, he cambiado: estoy dispuesta a entregar mi vida a Cristo", dijo, algo que siente más plenamente ahora que antes de los informes sobre las visiones de 1981.

Sin embargo, esos incidentes la han afectado personalmente, dijo.

Los testimonios de avistamientos de María "llegaron como un trueno" a ella y a otros en medio de un creciente descontento a principios de la década de 1980 con el régimen dirigido por los comunistas en la antigua Yugoslavia. "El comunismo oprimía a los creyentes", afirmó.

Los seis niños -dos varones y cuatro niñas- que afirmaron haber experimentado las apariciones dijeron que la figura que, según ellos, se dirigía a ellos hablaba de ser "la reina de la paz" y también de venir a dar testimonio de que "Dios existe", un bálsamo para los católicos que habían sufrido bajo el régimen comunista.

Intrigado por los testimonios, Boras acabó conociendo a los niños en los años ochenta. Uno de ellos, un niño, le contó que la figura le dijo "que le dijera a Janja que su madre está conmigo". La madre de Boras había muerto al dar a luz a su hija.

"Fue como un saludo", dijo Boras en una entrevista en el convento de la congregación de Mostar. "Me dio tanta satisfacción, porque mi madre no había estado en mi vida". Ni siquiera había visitado la tumba de su madre hasta los 15 años. "Sentí que la Virgen me recompensaba".

Finalmente, Boras pasó 14 años en Medjugorje, cinco de ellos haciendo labores parroquiales y ocho en un convento. Todavía siente "con el alma, el cuerpo y el espíritu que todo mi ser sigue allí". "He dejado Medjugorje, pero él nunca me ha dejado a mí", dijo.

Siente el poder del lugar -y de María- al recordar las guerras de los años 90 en Bosnia y los países vecinos, diciendo que la Virgen "gritaba" y "nos rogaba que la ayudáramos" en los esfuerzos por combatir el mal en esas guerras.

"Satanás nunca está en paz", dijo. En cambio, "la Virgen vencerá, porque es la esposa del Espíritu Santo".

Pero la Virgen también llama la atención por la veneración de realizar obras de misericordia. Sin conciencia de ello, dijo Pehar, "rezar y ayunar es en vano. Todo está conectado". Y parte de esa conexión es "ayudar a otros necesitados". 

Esa conciencia sustenta todo tipo de encuentros y peregrinaciones a Medjugorje. Sor Romana Hutnyk, de 54 años, hermana ucraniana y miembro de las Hermanas de la Orden de San Basilio el Grande, visitó por primera vez el lugar durante la Navidad de 2019 como regalo de viaje de una amiga. 

Aunque dijo que es "muy cuidadosa con las visiones", en el sentido de que no siempre confía en ellas, sintió después de unos días en el sitio de Medjugorje que estaba en un lugar especial, y "después de eso, había visto otro mundo."

"Para mi sorpresa, se me abrió otro mundo, otro espíritu", dijo Hutnyk sobre los días de oración, descanso y contemplación. Al encontrar la experiencia de la oración y la devoción como algo cómodo y reconfortante, "descubrí partes de mí misma que no había visto antes", me dijo durante una entrevista reciente en un monasterio congregacional de Zaporizhzhia (Ucrania).

El tiempo en 2019 sentó las bases para una experiencia posterior: un año sabático en 2023 en el que visitó Medjugorje para orar y guardar silencio en marzo y luego de nuevo en diciembre. Lo que ella encontró particularmente afirmador fue estar entre aquellos que practican las devociones - no sólo hermanas sino todos los peregrinos. 

Aunque también visitó en el pasado los santuarios marianos de Lourdes y Fátima, Hutnyk dice que prefiere la sensación de tranquilidad y naturaleza que encontró en Medjugorje, al menos durante esos meses de su visita. En verano, Medjugorje también puede estar abarrotado, como Lourdes y Fátima la mayor parte del año.

Lo más importante para ella es la conexión con María. Hutnyk dijo que en Medjugorje quería estar "donde está la madre. Todo el mundo necesita una madre.

Hutnyk me dijo que no necesita ver una visión de María porque "soy devota de Ella. Cuando era más joven, rezaba sólo a Jesús, pero ahora rezo tanto a Jesús como a la Madre de Dios, así como a los santos".

Este lugar de paz ha sido durante mucho tiempo lugar de peregrinación para muchos ucranianos, tanto antes como durante la actual invasión a gran escala de Rusia. Pero ahora, dijo, dadas las circunstancias actuales del país, Medjugorje promueve "la oración, el espíritu y la fe".

Y añadió: "'Rezad, rezad, rezad', nos pide la Madre de Dios. Cuando rezamos de verdad, profundamente, comprendemos mejor lo que debemos hacer y cómo debemos hacerlo."

La oración es la piedra angular de Medjugorje, pero de ella surgen otras prácticas. Esa es la razón por la que las Hermanas de la Escuela también están apoyando los esfuerzos para ayudar a los demás - Medjugorje no es sólo un lugar sagrado, sino también un lugar donde hay necesidades reales.

Las hermanas apoyan un refugio y hogar para madres solteras y mujeres que han sufrido violencia doméstica. La casa comenzó durante la guerra de los años 90, con necesidades crecientes de ayuda a las afectadas por la violencia imperante en la época.

"Creo que Nuestra Señora querría una casa así aquí", me dijo Kristina Pehar, terapeuta de la casa. 

Ahora hay seis mujeres en la casa; hay sitio para 15. Una de las piedras angulares del proyecto es ayudar a las mujeres a obtener unos pequeños ingresos haciendo artesanía para vender a los numerosos peregrinos que visitan Medjugorje.

"Cuando la gente se entera de nuestro trabajo, piensa que es un milagro", dice Pehar. "Realmente creemos que la Virgen está aquí"

Dicho de otro modo: "Con Dios", dijo Boras, “todo es posible”.

miércoles, 22 de enero de 2025

Liberar al pueblo de Dios de la peor herejía de todos los tiempos

 


Del sitio Enciclopedia Mariana:

Sor Lucía (1907-2005), vidente de Nuestra Señora de Fátima en Portugal, comenta sobre el período comprendido entre el 25 de marzo de 1984 y el 25 de marzo de 1991:

Es bien sabido por todos que estábamos atravesando uno de los momentos más críticos de la historia de la humanidad, donde las grandes potencias, en la hostilidad que las oponía, se preparaban para una guerra atómica que estaban planeando. ¿Quién hubiera podido entonces disuadir a estos hombres arrogantes, atrincherados en sus planes (…) y en sus ideologías ateas, esclavizadoras y dominantes, convencidos de ser los dueños del mundo, de cambiar todo eso para adoptar la posición contraria? ¿O pedir reunirse para obtener la paz? (...)

¿Quién, si no Dios, fue capaz de lograr esto en dichas mentes, voluntades y conciencias (…)? Esto solo podría lograrlo la fuerza de Dios, quien actúa en todos, llevándolos a un acuerdo pacífico, sin revueltas ni oposición ni condiciones. "¿Quién como Dios?

Mejor aún, animó a uno de los principales líderes del comunismo ateo a viajar a Roma, para encontrarse con el Santo Padre (...). Gracias a ese encuentro, Gorbachov lo reconoció como el representante supremo de Dios, de Jesucristo, en la tierra, como cabeza de la única y verdadera Iglesia fundada por Jesucristo. Allí también acudió a dar el beso de la paz, pidiendo perdón por los errores de su partido. Dio así al mundo un testimonio de fe y de confianza en la Iglesia del Dios único y verdadero".

Cuando Nuestra Señora de Fátima prometió la paz, fue en relación con las guerras provocadas en el mundo por el comunismo ateo, pero no en relación con las guerras civiles que siempre han existido y existirán, hasta que Dios transforme este mundo, como dice Jesucristo, “en una tierra nueva y un cielo nuevo”. (...)"

"De manera que veo el mensaje de Fátima como una preparación para liberar al pueblo de Dios de lo que Pío XII llamó la herejía más grande de todos los tiempos, que jamás haya aparecido en el mundo, hasta los confines de la tierra, y con miras a liberarnos del peligro de una guerra nuclear que destruiría gran parte de su obra creadora y redentora: el Pueblo de Dios elegido para la vida eterna".

Extractos: Sor Lucía, 
El mensaje de Fatima, 
Carmel de Coimbra, 
Fátima 2006, 
págs. 54-55.

martes, 21 de enero de 2025

En Medjugorje tuvo que elegir entre dos corazones

 Del sitio Fundación Cari Filii:

El cambio de rumbo en Beatriz tuvo lugar gracias a los sacramentos, la dirección espiritual y a rezar el Rosario. "En una homilía, el cura dijo que el demonio lo hace muy bien, porque nos hace pecar pero luego nos induce a tener ese sentimiento de vergüenza y de culpa para no confesarnos. Y, tenernos arrancados del amor de Dios y enganchados con unas cadenas. Me di cuenta de que llevaba arrastrando cosas de muchos años sin confesar. Cuando por fin hago esa confesión, donde me quito todo ese lastre, es donde, realmente, se produce mi conversión", cuenta Beatriz.

Es entonces cuando una vecina le invita a un grupo de oración y ella se anima a ir. "Cada jueves me reunía en esa casa a rezar, y, muy poquito tiempo después, llega Ernesto y me dice que unos amigos se van a Medjugorje, que si quiero ir. Había escuchado el testimonio de María Vallejo Nájera, y si la Virgen se aparece en un sitio yo quiero ir", recuerda Beatriz.

Así que allí fue. "Vuelvo con el corazón totalmente lleno de amor de Dios, con un amor a la Eucaristía que antes no tenía. Vengo con una cosa, que tampoco conocía, que era el poder de la oración, y con el propósito de ayunar y rezar por Ernesto", explica Beatriz.

Mientras, Ernesto, tenía cierta envidia de la paz que tenía Beatriz. "Yo quiero esa paz. No sabía a quién pedírsela, a mí eso sí que me daba ‘envidia’, porque ella tenía una paz que yo no tenía", reconoce. Hasta que un día, viendo la tele, un programa sobre Medjugorje, siente la necesidad de viajar al santuario mariano. Reserva un viaje y se va con Beatriz.

"Yo no tenía ningunas ganas de ir, sentía un rechazo brutal, estaba enfadado, sentía que estaba malgastando las vacaciones. Bueno, llegamos y al día siguiente había una aparición en casa de una vidente. Yo no había rezado un Rosario en mi vida, pues, rezamos tres rosarios seguidos. En ese momento estábamos de rodilla, no sé explicar cómo pasó, perdí la noción de dónde estaba, y vi dos corazones, uno rosa, precioso, y otro gris, muy sucio", confiesa Ernesto.

"Oí unas palabras, las escuché perfectamente, pero no era capaz de reproducirlas. Iba a empezar la misa, y sentí muchas ganas de ir, llevaba sin ir a misa desde que hice la confirmación con 18 años. Me puse atrás del todo y me empecé a emocionar, a sentir algo en el corazón. En la comunión me puse con los brazos cruzados y el sacerdote me dio la bendición y, justo cuando me di la vuelta, entendí esas palabras. La Virgen me decía: ‘Este es tu corazón’, señalando el corazón gris, un corazón muy feo, muy sucio, ‘¿quieres tener este otro corazón?’, y, yo, le dije que sí, ‘pues ven conmigo’, contestó Ella», recuerda Ernesto emocionado.

Esa noche, ya en el hotel, sintió la necesidad de confesarse y lo habló con el cura de la peregrinación. "Fue una confesión que duró media hora. Cuando acaba y me va a dar el perdón de Dios, me puse a llorar, realmente sentí que Dios me estaba perdonando a pesar de todas las cosas. A pesar de que había estado rechazándolo toda mi vida, que había estado evitándole toda mi vida, que no había rezado, que no había ido nunca a misa", dice Ernesto.

"El poder de la oración es brutal, en la oración le estás pidiendo a Dios por alguien y Dios lo puede hacer todo. Tú solamente tienes que pedirlo con el corazón, y es lo que estuvo haciendo Bea durante años, y toda la gente del grupo oración, sin conocerme", señala Ernesto.

Sin embargo, el día a día sigue siendo fatigoso, a pesar de haber vuelto a la fe. "La conversión es un camino de cada día. Los dos tenemos mucho carácter y nuestros problemas siguen ahí. Así que acudimos a un retiro de Proyecto Amor Conyugal. Llegamos allí sin saber a dónde íbamos, y, la verdad, es que nos transformó un montón, nos enseñó a vivir el matrimonio de otra manera", comenta Beatriz.

"Tuve una certeza, que jamás me separaré de mi mujer, y, mi mujer, jamás se separará de mí. Fue otro regalo de Dios. Ese retiro nos enseñó a vivir el matrimonio de manera diferente, no buscando nuestro beneficio sino el de los dos, con Dios en el centro, inculcando la fe a nuestros hijos", cuenta Ernesto.

Pero, la historia de Ernesto y Beatriz no se detiene ahí y otra nueva luz aparece en sus vidas. "Estaba un día en la oficina y había un enlace a un vídeo en el que una niña intentaba explicar por qué su hermano no estaba enfermo, que era un niño de 8 años con síndrome de Down. Ese vídeo me emocionó muchísimo y se lo envié a Bea, y me contesta: ‘No sé lo que estás pensando, pero te digo que sí’. Lo que yo estaba pensando era que quería tener un hijo así", relata Ernesto.

Por otro lado, un día, rezando, Beatriz le preguntó a Dios que qué quería de ella, y escuchó en el corazón que adoptara un niño. "Le dije: ‘No hombre no, no me pidas eso’. No quería tener más hijos. ‘Pero si Tú lo quieres, me lo tienes que poner delante, yo no voy a buscarlo’. Entonces me callé y no dije nada. Y Ernesto, al cabo de dos semanas, es cuando me manda ese vídeo. Pasamos un proceso de cinco años de papeleos y de mucha lucha. ‘Si tú, de verdad, lo quieres, diré que sí’, pero yo no quería. Los planes del Señor siempre son los planes perfectos. Esto lo quería para nosotros, porque es lo que necesitamos para llegar al cielo", asegura Beatriz.

"Cuando Bea se quedó embarazada de mi primer hijo, el mayor miedo que tenía era que mi hijo tuviese síndrome de Down, era algo que me obsesionaba. Y le dije que se hiciera las pruebas, con la intención de que, si tuviese síndrome de Down, abortara, pero me dijo que no se las iba a hacer porque no iba a abortar", recuerda Ernesto.

Un día de la Virgen de Guadalupe presentaron los papeles y cinco años después no habían recibido ninguna noticia. "Dijimos que si en julio no nos han llamado, renunciamos, porque ya somos muy mayores. El 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima, nos dicen que hay un niño con dos añitos, en Ciudad Real, que no encuentran familia que le adopte y que tiene síndrome de Down, que si estamos dispuestos. Dijimos que sí y y fuimos a conocerle, se vino con nosotros a casa, se llama Iker, tiene 5 años y lleva ya 3 años en casita. Es la alegría de la casa", comentan unos padres orgullosos.

Beatriz y Ernesto terminan su testimonio dando gracias a María y a Dios por todo lo que han hecho por su familia. "Gracias por sacarme de la miseria, por rescatarme. Si no es por Ella, donde se rompe un matrimonio se rompen unos hijos y se rompe la sociedad entera. Estamos muy agradecidos de sabernos rescatados, además, sin ningún mérito propio. Simplemente, porque Ella ha querido. Me siento afortunada", cuenta Beatriz.

"Le digo a la Virgen que no me suelte de su mano nunca y, al Señor, darle gracias, porque, a pesar de que me he pegado 47 años de mi vida, en cuanto le he abierto un pelín, ha entrado como un vendaval. El Señor te inunda el corazón de regalos de amor. Quiero incidir en que yo estaba de acuerdo con el aborto, a mí el aborto me parecía una solución que era normal, así lo había recibido de la sociedad, y me lo llegué a creer. A mi primer hijo le hubiera abortado, y me hubiera perdido el gran regalo que Dios me quería dar con él. Estos tres últimos años con Iker han sido una maravilla, el Señor me dice: ‘Mira Ernesto estás equivocado y te voy a cambiar el corazón'", concluye.