Del sitio Un Minuto con María:
En Rusia, María vino para apoyar a sus hijos que luchaban contra la violencia de la persecución. Josyp Terelya fue arrestado a los 19 años por su resistencia anticomunista en Ucrania. Durante la represión desatada por Jruschov en 1959, fue internado en varios campos.
El 12 de febrero de 1970 fue encarcelado a 165 kilómetros al noreste de Moscú. Estaba en la prisión de Vladimir cuando tuvo la primera aparición de María: “Era de noche, arrodillado en oración, dijo haber sentido 'un calor inusual' fluir por su cuerpo (...). Estando en una prisión helada, comprendió que aquello no era una ilusión (...): 'Debes aprender a olvidar a quienes te persiguieron. Siempre estaré contigo (…). La paz solo llega donde hay justicia. Ora por tus enemigos (…) nadie te hará daño'".
Dos años más tarde, el 12 de febrero de 1972, Josyp tuvo una segunda aparición en condiciones trágicas: “La temperatura exterior era de -20°C. El hielo cubría las paredes de su celda, que estaba abierta. Estaba condenado a morir de frío. Sin la ropa de invierno que le quitaron, gradualmente iba quedando paralizado. De pronto, le pareció que el calor se extendía por toda la habitación: 'Sentí el toque de la mano de una mujer'. Abrió los ojos y vio a la Virgen. María le dijo: 'Me llamaste y vine (...). No crees, pero soy yo. Me llamaste en tus oraciones diarias y vine a ti'".
De pronto, el cuerpo de Josyp recuperó su calor natural. "No saldrás pronto de esta prisión, solo has llegado a la mitad del camino, pero no te preocupes, porque siempre estaré contigo. Aún te quedan muchos años de prisión y sufrimiento por delante (...)". María añadió: "Los ucranianos también tendrán que arrepentirse. Sois un pueblo desafortunado porque os tenéis poco amor unos a otros. Dedicáis vuestras fuerzas, las mejores, a objetivos impíos... Orad y trabajad por la conversión de Rusia a Cristo Rey. No perdáis la fe. El mundo se ha enfriado y no tiene alma como antes del diluvio" (Yves Chiron, op. cit., p. 281 y siguientes).
Como le había anunciado María, Josyp Terelya fue liberado en 1976, encarcelado nuevamente un año después y finalmente liberado el 5 de febrero de 1987. Evidentemente, para la KGB era un caso típico de superstición religiosa. Finalmente, la perestroika de Gorbachov le permitió, así como a otros videntes, vivir en libertado, permitiéndoles vivir orando por la conversión de Rusia tal como se presenta hoy a principios del siglo XXI.
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