Los católicos filipinos deberían rezar el Rosario no solo por los vivos, sino también por los muertos, afirmó ayer el padre Vicente Gabriel Bautista, vicerrector de la catedral de Manila, Filipinas. "Dado que los vivos no saben si un alma está en el purgatorio, en el infierno o en el cielo, es apropiado orar por los difuntos", señaló.
"Nuestra oración es por todos aquellos que han muerto y necesitan la misericordia de Dios. Así como nosotros necesitamos misericordia, ellos también necesitan la misericordia de Dios", añadió el padre Bautista, recordando la oración de Fátima en Portugal, que generalmente se añade al final de cada decena del Rosario: Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las que más necesitan de tu santa misericordia.
Como observa también el padre Bautista, "el mandato de la Santa Madre a los niños de Fátima no era solo orar por la paz y la tranquilidad, sino también por los muertos".
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