martes, 6 de agosto de 2024

Mujer se convierte después de rezar por tres años el Ave María

Del sitio Church Pop:

"Cuanto más se consagre un alma a Ella, más se consagrará a Jesucristo" - San Luis de Montfort

 La semana pasada, una mujer compartió su historia de conversión en X (antes Twitter), un gran testimonio que nos muestra que María conduce a Jesús. En su post, explicaba que en 1993, durante la universidad, su novio italiano le enseñó el Ave María. Entonces anotó la oración en su diario y empezó a recitarla a diario en italiano.

Tres años después, se convirtió al catolicismo. "En aquel momento no se me ocurrió que esas acciones pudieran estar relacionadas", dijo. "Ahora estoy segura de que sí".
 

Ayer encontré uno de mis viejos diarios de la universidad.
El 8 de julio de 1993 escribí a mano el Ave María en italiano. Lo aprendí ese día de mi novio italiano de la universidad. Lo rezaba todos los días. Tres años después, en la facultad de medicina, me convertí al catolicismo.
    Nunca se me ocurrió...
    - Rae ❤️‍🔥 (@FiatLuxGenesis) 21 de enero de 2024

Varios usuarios le escribieron mensajes de apoyo y comentaron con testimonios similares sobre el Santo Rosario.

Un usuario dijo: "Volví a la iglesia poco después de empezar a rezar el Rosario. Siempre es María la que nos lleva a Jesús".

Otro dijo: "Una de las alegrías de envejecer es mirar atrás y relacionar los acontecimientos en los que, de hecho, Jesús y nuestra Santísima Madre han actuado en nuestras vidas".

Otro añadió: "Que Dios te bendiga y bienvenida a casa".

Hay innumerables historias de conversión en todo el mundo protagonizadas por María, pero ¿qué tiene María que es tan poderoso como para llevar a la gente a Jesús? El Evangelio de Juan (Jn 19,26-27) nos dice que Jesús nos hizo un regalo insustituible: ¡ofreció a su Madre a toda la humanidad!

Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo que amaba, dijo a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo". Luego dijo al discípulo: "¡He ahí a tu madre!". Y desde aquel momento el discípulo la acogió en su casa.

La Virgen tiene una meta para cada uno de nosotros: traernos a su hijo para que lleguemos al Paraíso. Igual que pedimos a nuestros amigos y familiares que recen por nosotros, hay mucha fuerza en pedir a la Virgen que haga lo mismo. El Ave María es el ejemplo más perfecto del encuentro entre el verdadero amor materno y la oración de intercesión. Como escribió san Josemaría Escrivá: "Si buscas a María, 'necesariamente' encontrarás a Jesús".

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario