S.O.S. Jardín de María nació como un apostolado de servicio y de atención personalizada para dar apoyo, a través de la oración y la comunicación, a personas enfermas física o psíquicamente. También para aquellos que necesitan restaurar los vínculos familiares, resolver problemas laborales o que se encuentran en situación de alcoholismo, drogadicción, etc.
El P. Kentenich se preocupaba especialmente por animar a las personas a salir de sí mismas, a abrirse y desarrollarse según el ideal y la misión que Dios ha otorgado a cada uno. Siguiendo ese camino, los responsables de esta corriente de apostolado buscan que personas en momentos de vulnerabilidad se sientan “especialmente atendidas”.
El Jardín de María está integrado por voluntarios. Cada uno de ellos es una “flor” del jardín. Cada flor, a su vez, está acompañada de otras 3 ó 4 personas, los “pétalos”, con quienes conforman un grupo. La función de ese grupo es rezar por la persona asignada y hacer un seguimiento personalizado. La flor recibe el contacto de alguien que precisa oración y le escribe o llama para saber qué necesita y contarle que, a partir de ese momento, se comenzará a orar por su intención.
Luego la flor comunica a su grupo de pétalos el nombre de la persona por la que van a unirse en oración y por qué motivo necesita entrar en el jardín. El grupo decidirá cómo se organizarán, cómo se comunicarán entre ellos y la modalidad y frecuencia de su oración.
Se prepara una “postal” con la oración de canonización del P. Kentenich y la foto de la persona por quien se va a rezar. La flor y sus pétalos podrán compartir con sus conocidos la postal para pedirles que se unan a la oración. Además, la flor debe completar el formulario digital para pedir, por la intercesión del P. Kentenich, la curación, mejoría o resolución del problema de la persona por la van a rezar.
La flor y sus pétalos harán un seguimiento de la persona durante todo el tiempo que sea necesario. Si, por la gracia a Dios, el enfermo o la persona que necesita oración se recupera a través de la intercesión del P. Kentenich, se le pedirá que complete el formulario en línea y de testimonio de “ORACIÓN ESCUCHADA” en el siguiente enlace:
Testimonio de “Oración escuchada”
La flor tiene destinadas dos o tres personas por las cuales orar durante un tiempo, dependiendo de la situación de cada caso. Además, permanecerá de guardia durante un día al mes. En este día es posible que le llegue alguna petición de oración urgente que la flor deberá atender; por eso este apostolado se llama S.O.S. Jardín de María.
Se necesitan muchas flores y pétalos para poder llevar a cabo esta misión. Con una buena organización es posible llenar de flores el Jardín de María y así ayudar con la oración y el servicio abnegado, por amor al prójimo, a la obra de Schoenstatt y al Padre Fundador. También contribuir con nuestra entrega para que el carisma del padre esté vivo en cada schoenstattiano y, siguiendo sus huellas, se pueda regalar un servicio desinteresado a cada persona.
Que sólo nos mueva el amor, esa pasión por las almas, así como al P. Kentenich lo movió hasta el punto de entregar la libertad física y arriesgar la vida al ir a Dachau y ofrecerlo por la libertad interior de toda la familia de Schoenstatt.
Testimonio
Mi contacto y experiencia con los grupos de apostolado por la beatificación del Padre José Kentenich
Autora: H. M. Alejandra Aguilar. Hermanas de María. Schoenstatt Argentina.
La providencia me puso en contacto con uno de estos grupos: SOS Jardín de María. Concretamente Romina (de F.V.) comenzó a difundir mis audios con algunos pensamientos para determinadas celebraciones de nuestra espiritualidad. Yo había recibido anteriormente la invitación para participar en el grupo de silencio y oración Alianza de Amor PJK, pero no me anoté. Tampoco le había encontrado el sentido, al fin y al cabo siempre rezo por la beatificación del padre… ¿para qué inscribirme?
Poco a poco fui comprobando la eficacia de este emprendimiento. Y entré de lleno en él.
¿Por qué? La fuerza y la riqueza de la comunidad. El intercambio que anima, despierta nuevos impulsos y muchas veces te obliga a descubrir cuánto amor -más fuerte que el tuyo- existe en otras personas y países y culturas que lleva a valorar a todos los humanos, a vivir el TUTTI FRATELLI, que nos propone el Papa Francisco.
La posibilidad –por parte de una organización seria– de servir como María, sin conocer al otro: sacrificios, oración, apertura del corazón y de la mente.
Lo más importante es que EL JARDÍN DE MARÍA COMO IMAGEN, METÁFORA, MÉTODO Y MISIÓN, es lo que el P. Kentenich nos legó para alcanzar la santidad y conducir a los hombres y al mundo hacia el Padre Dios.
En definitiva, estos grupos te llevan a una experiencia de Alianza de Amor muy vital y a un crecimiento en el vínculo con los tres puntos de contacto: Santuario, Mater y Padre Fundador.
No existe una conexión institucional que interfiera en las actividades de las ramas, federaciones o institutos, pero sí pueden ser compartidos con ellos y asumidos libremente.
Hoy día, si queremos llevar al padre a su beatificación, tiene que darse un conocimiento y una corriente vital de su carisma y persona de forma universal.
Nada sucederá si la luz no se manifiesta al mundo y si el fuego del profeta no enciende y arrasa a los pueblos y su cultura.
Por eso, es importante toda presencia en las redes.
Por ello estoy colaborando más aún con los grupos pro beatificación del PK. En ellos constato experiencias maravillosas de su obrar en pedidos de salud y de numerosas necesidades de todo tipo. Cuantos más seamos, tanto más urgirá al cielo regalarnos el reconocimiento de la santidad de nuestro padre y fundador.
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