sábado, 30 de marzo de 2024

Niño con cáncer sabía que Dios se encargaría de todo

Del sitio Aleteia:

Joshua Subi siempre estaba alegre y confiaba en que iba a sanar el día de su cumpleaños, la respuesta a su fe llegó de una forma diferente.

Joshua Subi solo vivió 13 años, pero la increíble confianza con la que afrontó su cáncer y su historia de amor a la Eucaristía y alegría en toda circunstancia está traspasando fronteras. La explica Shalom World.

Joshua nació en Australia el 6 de diciembre de 2008. Sus padres, Jayasree Subi y Subi Sadasivan, eran indios conversos del hinduismo a la fe católica. Como familia se bautizaron el año 2016.

Joshua amaba mucho a Dios y a la Virgen María. Él no se avergonzaba de llevar su rosario a la escuela.

Cuando tenía 9 años, el año 2018, le diagnosticaron un cáncer (sarcoma de Ewing).

Poco a poco Joshua fue tomando conciencia de la gravedad de su enfermedad y siempre mostró una gran fe.

"No tenían que ocultarme esto. Dios está con nosotros. Él se encargará de todo", les dijo a sus padres.

El cáncer y su tratamiento provocaban grandes dolores a Joshua. Él confiaba que Dios le sanaría y que sus sufrimientos terminarían "cuando Jesús fuera formado en él".

Ante la gravedad del cáncer, la familia decidió darle a Joshua su Primera Comunión cuanto antes. 

En dos días, Joshua hizo su primera confesión y preparó su corazón para recibir a Jesús. El día de su primera Comunión fue una ocasión de alegría para toda la familia.

El niño intentaba comulgar todos los días, incluso cuando estaba ingresado en el hospital. Y el padre Thomas Mankuthel lo hacía posible, llevándole la Comunión regularmente, una experiencia que le marcó: "Lo asombroso que encontré en Joshua fue su amor a la Eucaristía. Tuvo un impacto asombroso en la vida de todos. Se preparaba cada día para recibir a Jesús en la Eucaristía. Estoy seguro de que esto lo hizo más fuerte a pesar de que su cuerpo estaba fallando. Fue increíble ver cómo este joven quería estar con Jesús todos los días".

Incluso mientras se sometía a la quimioterapia, Joshua siempre estaba alegre. Sabía que la enfermedad era un tiempo de su purificación. 

En mayo de 2021 recibió el alta domiciliaria habiendo agotado todas las opciones de tratamiento. 

Al cabo de un mes, quedó paralizado de cintura para abajo. Sus padres lamentaban ver a su hijo sufrir terriblemente. Y él solía decirles: "No se preocupen, Dios está con nosotros. Él cuidará de nosotros".

Aunque Joshua recibía a Jesús en la Eucaristía todos los días, él anhelaba asistir a la Misa.

A petición de sus padres, el deán de la catedral de Santa María celebró una misa en su casa solo para Joshua. 

También el arzobispo de Perth, Timothy Costelloe, decidió ir a la casa de Joshua para celebrar otra misa el 6 de diciembre de 2021.

Pero justo la noche antes empeoró y el mismo día de su 13º cumpleaños falleció a las 5 de la mañana. 

"Joshua había dicho que tal vez Dios lo sanaría en su cumpleaños, ¡y Dios lo sanó de la manera más magnífica, llevándolo al cielo!", concluye Shalom World.

El funeral de Joshua fue una celebración de su vida, su inmensa fe y la bendición que había sido para muchos.

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