miércoles, 13 de marzo de 2024

La Virgen de Fátima muestra el Infierno a los Pastorcitos

Del sitio Píldoras de Fe:

A los niños videntes de la Virgen de Fátima se les dio una visión terrorífica de lo que sufren las almas en el infierno; pero también se les mostró el camino al cielo. Además, Nuestra Señora de Fátima también les dio a conocer el verdadero poder del Santo Rosario y cómo influye en la conversión de los pecadores y en la paz del mundo.

Cuando Nuestra Señora de Fátima se apareció ante los tres pastores en Fátima en 1917, les permitió tener una visión que asustaría a cualquier niño (o a cualquier adulto). Ellos vieron ante ellos un vasto mar de fuego, y en él, muchas almas atormentadas.

Era una imagen espantosa, que la hermana Lucía comentó más tarde, diciendo: "Esta visión solo duró un momento, gracias a nuestra buena Madre Celestial, quien en su primera aparición prometió llevarnos al cielo. Sin eso, creo que habríamos muerto de terror y miedo".

El Catecismo de la Iglesia Católica afirma la existencia del infierno, pero habla de un castigo más severo que ser quemado en la eternidad. La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su eternidad. Inmediatamente después de la muerte, las almas de los que mueren en un estado de pecado mortal, descienden al infierno, donde sufren los castigos del infierno, el fuego eterno.

Uno de los principales castigos del infierno es la separación eterna de Dios, en quien solo el hombre puede poseer vida y felicidad, por la cual él fue creado y por lo cual él que anhela. Esta explicación que da el catecismo es el por qué debemos tener miedo del infierno. Debemos temer la perspectiva de pasar la eternidad separada del Dios que nos ama tanto.

Si bien es cierto que los niños vieron el infierno representado como un mar de fuego, la Hermana Lucía señaló cómo los que estaban en el infierno estaban sufriendo de una inmensa desesperación.

El infierno es un lugar de absoluta desolación, un lugar solitario, no es para nada la fiesta de pecadores que todos pueden imaginar.

Dante escribió sobre este aspecto del infierno en su "Infierno". En contraste con un "vasto mar de fuego", él lo describe como un lago de hielo. En particular, Satanás está hundido hasta la cintura en el hielo y se ve llorando: "El Emperador del Reino doloroso, Desde su pecho salió del hielo. Con seis ojos lloró, y bajó tres barbillas Gimió las gotas de sus lágrimas y sus mentiras sangrientas". (Canto XXXIV)

En vez de un lugar de quema perpetua, se ve como un lugar de oscuridad, frío y lleno de desesperación. La imagen de Dante del infierno destaca la realidad de la separación eterna de Dios, algo terrible y extremadamente solitario. En esta representación del infierno, es un lugar donde gritas, pero nadie oye tus gritos. Un lugar donde deseas estar al lado de alguien, pero nunca puedes moverte.

La buena noticia es que Nuestra Señora de Fátima no simplemente mostró esta visión a los niños para asustarlos. Quería que supieran por qué debemos esforzarnos por evitar el infierno y por qué debemos hacer todo lo que podamos para correr hacia el cielo trayendo con nosotros a todos los que conocemos.

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