El huracán "Otis", de categoría 5, que azotó Acapulco (México) el 25 de octubre dejó cuantiosos daños. De hecho, las lluvias torrenciales y las fuertes ráfagas de viento típicas de este ciclón dejaron una escena de destrucción casi total, con fachadas de edificios completamente derrumbadas, quedando sólo las estructuras básicas de los edificios.
Sería lógico imaginar que no quedaría nada de las estructuras más frágiles. Sin embargo, circularon por las redes sociales altares religiosos que se encontraron intactos en medio de las ruinas, como el de Nuestra Señora de Guadalupe en La Quebrada, un acantilado de 45 metros de altura situado en el puerto de Acapulco.
La Virgen de la Quebrada ha resistido vientos de más de 300 kilómetros por hora, escondida en el interior de una capilla tallada en piedra, a la que los buzos se acercan antes de lanzarse al mar.
En las imágenes tomadas por el equipo de Fuerza Informativa Azteca, se puede ver la imagen de la Virgen completamente intacta, y el único daño visible en el altar son algunos focos rotos.
En medio de la crisis, estos hechos han generado emociones de esperanza entre los fieles. "¡Nuestra fe sigue en pie! El paso del huracán Otis por Acapulco arrasó con todo a su paso, dejando a la ciudad de Guerrero completamente destruida, excepto por una cosa: su fortaleza", enfatizó Fuerza Informativa Azteca.
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