El padre Sergio de Parroquia Digital los ha resumido en un vídeo muy interesante!
Hacer silencio: La Virgen sabe que en el silencio habla Dios. Ella lo guardaba todo dentro. Cuántas veces nos equivocamos por no guardar silencio en los momentos adecuados? El ruido nos aleja de Dios y gracias al silencio podemos reconocer su Voz.
Escuchar con atención: En el silencio podemos escuchar y comprender el Plan de Dios. Conociéndolo, podemos conocer nuestro camino hacia la felicidad. Debemos estar atentos a Su mensaje de amor, como hizo María.
Aprender a acoger con el corazón: Incluso después de aceptar el mensaje de Dios, siempre habrá dificultades. María sabía que este camino implicaba muchos sacrificios. Pero, a pesar de ello, aceptó el plan en su totalidad y superó todos los desafíos.
Buscar y encontrar respuestas: Aceptar el Plan Divino plantea preguntas. ¿Cómo irán las cosas? ¿Qué será de mí? María se hacía todas estas preguntas. Pero éstas no cuestionaban la veracidad del mensaje, más bien quería conocer los detalles, saber cuál era su papel.
Disponibilidad para el Plan de Dios: Para aceptar nuestro papel en el Plan Divino, debemos estar dispuestos en todo momento a cumplirlo. A pesar de las dificultades y los sacrificios, debemos anteponer el Plan de Dios.
Aprender a confiar en Dios y en Sus promesas: Debemos dejar de lado las cosas que nos agradan y nos dan seguridad, para confiar en Dios. María vio a su Hijo sufrir hasta la muerte, pero no desconfió. Y ¡qué alegría recibió cuando vio al Resucitado!
Tener valor: La Virgen era ante todo una mujer valiente. Imagínate aceptar ser la Madre del Redentor. Imagínate todos los peligros que eso conlleva. Pero Dios estaba con Ella, ¿quién podía estar en contra? La valentía no consiste en la ausencia de miedo, sino en saber que puedes hacerlo.
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